La Guardia Civil ha abierto una investigación a un vecino de Santoña como presunto responsable de una trama de estafas a través de internet, mediante la publicación de falsos anuncios de servicios sexuales. El hombre, ya con antecedentes por delitos similares, habría engañado al menos a siete personas en diferentes puntos del país, obteniendo cerca de 6.000 euros, según han informado desde la Comandancia de Vizcaya.
La operación, bautizada como GROMOS, se inició tras una denuncia presentada en Bilbao, donde una víctima relató haber transferido 800 euros a una supuesta acompañante para reservar un servicio de día completo. Posteriormente, la persona al otro lado de la conversación —que simulaba ser una mujer— solicitó otros dos pagos de 400 euros a través de una aplicación de envío de dinero.
Las sospechas de la víctima comenzaron al comprobar irregularidades en el nombre del beneficiario, por lo que frenó la segunda transferencia e intentó contactar sin éxito con la persona responsable. Al constatar que se trataba de una posible estafa, acudió a denunciar los hechos.
UN PATRÓN RECONOCIBLE
El modus operandi, según la Guardia Civil, consistía en captar a los afectados mediante páginas de contactos, donde el estafador iniciaba conversaciones bajo una identidad falsa. Una vez ganada la confianza de la víctima, trasladaba el diálogo a plataformas de mensajería más directas y solicitaba pagos urgentes, apelando a distintas excusas o supuestas condiciones del “servicio”.
Las pesquisas llevadas a cabo por el Equipo @ de la Guardia Civil de Vizcaya han identificado hasta ahora a siete víctimas en distintas provincias: dos en Vizcaya, tres en Málaga y otras dos en Madrid y Jaén. De ellas, tres han formalizado denuncia, aportando pruebas por un valor total estafado de 1.950 euros.
Durante el avance de la investigación, y gracias a la colaboración de entidades bancarias y compañías de telefonía, se ha detectado que el sospechoso llegó a gestionar 27 cuentas bancarias desde el año 2010, de las cuales 11 aún están operativas. Muchas de estas cuentas fueron utilizadas de forma esporádica, durante periodos breves, un indicio de su posible uso como herramientas para canalizar el dinero obtenido de forma fraudulenta.
La Guardia Civil sostiene que el objetivo del investigado era operar con importes pequeños y dispersos para dificultar la detección y minimizar el riesgo de denuncia. La causa ha sido asumida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santoña, localidad donde reside el investigado, quien ha sido imputado por tres delitos de estafa y otro de blanqueo de capitales.
Las diligencias continúan abiertas y no se descarta que puedan aparecer más víctimas en los próximos días.