Durante el debate en el 166º Pleno del Comité Europeo de las Regiones, la consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, puso sobre la mesa la problemática de la vivienda, un asunto que preocupa especialmente en Cantabria.
Urrutia solicitó que la Unión Europea permita extender el plazo para la ejecución de los Fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) más allá de junio de 2026, con el fin de poder destinar los recursos aún disponibles a proyectos clave para la región.
La consejera destacó que en Cantabria hay aproximadamente 50.000 viviendas vacías, una cifra que, según alertó, podría incrementarse debido a la actual ley estatal de vivienda. Esta normativa, indicó, genera inseguridad jurídica y temor a la ocupación, dificultando atender la demanda real de la población.
En respuesta a esta situación, Cantabria ha puesto en marcha deducciones fiscales dirigidas tanto a propietarios como a inquilinos, y trabaja en un plan para ampliar el parque público de viviendas, especialmente en las zonas rurales.
“Tenemos previsto construir 285 viviendas de alquiler asequible con una inversión de 13 millones procedentes de fondos europeos, que se suman a otros 30 millones del presupuesto autonómico”, detalló Urrutia.
Asimismo, la consejera criticó que el Gobierno central no está dando la atención necesaria a este problema y que las comunidades autónomas están asumiendo solas la responsabilidad de buscar soluciones. “Es un reto tanto europeo como estatal, y Cantabria está respondiendo con sus propios recursos y con los fondos del MRR que recibe”, puntualizó.
Por todo ello, la representante cántabra reclamó a Europa no solo una ampliación de los plazos para ejecutar los fondos, sino también nuevos recursos y un compromiso firme para garantizar el derecho a una vivienda digna para todos.
“Pedimos a la Unión Europea, a través del Comité de las Regiones, un apoyo económico concreto para que la construcción de vivienda asequible se convierta en una prioridad real”, concluyó.