La plantilla de Bridgestone en Puente San Miguel no baja los brazos. El comité de empresa (formado por UGT-FICA, CCOO, BUB y SITB) ha anunciado este sábado un nuevo calendario de huelgas que se extenderá los días 30 de abril y 1, 5 y 6 de mayo, coincidiendo en parte con las últimas reuniones de la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que la empresa mantiene abierto.
Nuevos paros en plena negociación del ERE
Estos nuevos paros darán continuidad a los seis días de huelga general ya celebrados, que concluyen hoy mismo, sábado 26 de abril, tras el respaldo unánime de la plantilla en los turnos de mañana y de día.
Tal y como ha explicado el presidente del comité de empresa, Luis Ruiz Eguren (UGT-FICA), tres de los nuevos días de huelga coinciden con citas clave de la negociación, aunque recordó que el período de consultas podría prorrogarse si ambas partes lo consideran necesario.
Apoyo de otros trabajadores y del Gobierno cántabro
La jornada de huelga de este sábado ha contado, además, con el apoyo de una delegación de trabajadores de Azsa, en Hinojedo, que se ha acercado hasta la planta para solidarizarse con la plantilla de Bridgestone.
«Un día más, la respuesta de nuestros compañeros ha sido ejemplar. Seguimos firmes contra este brutal ERE y la falta de avances reales en las conversaciones con la empresa», ha señalado Eguren, que también ha valorado positivamente la reunión mantenida entre los sindicatos y el Gobierno de Cantabria tras la protesta que tuvo lugar hace unos días en Santander.
Según explicó el sindicalista, además del respaldo mostrado por el Ejecutivo autonómico, se les trasladó que el Gobierno de España también está implicado en el conflicto. «Esto nos da fuerza para seguir luchando y confiar en que podamos revertir esta situación», afirmó.
Exigen un plan de futuro para Puente San Miguel y Basauri
El comité de empresa insiste en que su objetivo es «minimizar el impacto» del ERE y exige a Bridgestone la presentación urgente de un plan de viabilidad industrial que garantice el futuro de la fábrica cántabra y también de la de Basauri (Bizkaia).
«Queremos soluciones, no solo despidos», concluyó Eguren, reafirmando que las movilizaciones continuarán mientras no haya cambios significativos en la postura de la compañía.