Cantabria ha celebrado este jueves la ratificación oficial de Costa Quebrada como Geoparque Mundial de la UNESCO con un acto emotivo en el Palacio de Festivales, que ha reunido a representantes institucionales, promotores del proyecto, alcaldes de los ocho municipios implicados y unas 250 personas.
Más allá del reconocimiento internacional, la jornada ha querido rendir homenaje al trabajo colectivo de más de medio siglo y al compromiso ciudadano que ha hecho posible esta distinción, subrayando la figura de Jesús Mojas, considerado el alma del proyecto, así como al geólogo Pedro Cendrero y a todo el equipo que ha trabajado por la conservación y divulgación de este enclave singular.
Durante la ceremonia, se presentó el nuevo logotipo del Geoparque, centrado en la letra Q —símbolo de Costa Quebrada— integrada en una composición gráfica que evoca la forma de los característicos urros del paisaje. También se proyectó un video con narrativa emocional, protagonizado por dos niñas —una del presente y otra prehistórica—, que recorren juntas la historia geológica y humana del territorio, guiadas por la figura simbólica de la diosa Geo, encarnación de la tierra y el mar.
En representación de la Asociación Costa Quebrada, su presidente Ángel Trujillano destacó que la incorporación a la Red Mundial de Geoparques supone «un logro colectivo que nos proyecta al futuro con esperanza y responsabilidad». Según Trujillano, la declaración es también un compromiso renovado de preservar, divulgar y desarrollar sosteniblemente este espacio único.
Por su parte, la coordinadora del Geoparque, Lucía Dirube, agradeció la implicación de instituciones, empresas y ciudadanía, y subrayó que el objetivo es que el territorio «viva mejor gracias a esta distinción, sin caer en la masificación», bajo el principio de la sostenibilidad y la conservación como ejes del proyecto.
En el acto, además de autoridades del Gobierno regional, participaron los representantes de los ocho ayuntamientos que integran el Geoparque: Santander, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Miengo, Suances, Santillana del Mar, Polanco y Camargo.
Costa Quebrada abarca 345 km², incluyendo 75 km² de áreas marinas, y destaca por su excepcional valor geológico, con formaciones únicas como domos salinos triásicos, playas fósiles elevadas y espectaculares acantilados, que ofrecen una ventana al pasado de más de 240 millones de años. La zona también alberga espacios naturales protegidos, como el Parque Natural de las Dunas de Liencres y enclaves de la Red Natura 2000.
El reconocimiento de la UNESCO coloca a Costa Quebrada en el mapa internacional del geoturismo y la educación ambiental, y refuerza un modelo de gestión que apuesta por la identidad local, la ciencia, la divulgación y el desarrollo sostenible desde una perspectiva de largo plazo.
Con este nuevo estatus, Costa Quebrada se une a las cuevas rupestres y los caminos de peregrinación como uno de los grandes emblemas del patrimonio cántabro, consolidando su papel como referente de conservación y cohesión territorial.