El Grupo Alega Cantabria no pudo frenar el empuje de un Movistar Estudiantes muy serio en el Magariños y encajó una dura derrota por 101-76 en la jornada 31 de la LEB Oro. El equipo dirigido por Lolo Encinas mostró buena cara durante gran parte del encuentro, pero se desplomó en los últimos diez minutos, donde encajó un parcial de 30-16 que dejó sin opciones a los visitantes.
La escuadra madrileña afrontaba el duelo con las bajas de dos piezas clave como Christian Díaz y Pato Garino, ambos reservados por decisión técnica con la vista puesta en el tramo definitivo del campeonato. Sus ausencias fueron cubiertas por los jóvenes Alejandro Montero y Pablo Orenga, que sumaron minutos con el primer equipo.
Buena resistencia hasta el último cuarto
A pesar de un arranque frenético por parte de Estudiantes, con Granger y Kravić marcando el ritmo, Alega Cantabria no perdió la compostura. El primer cuarto se saldó con un 30-19 para los locales, pero los de Encinas respondieron con carácter y lograron mantener la diferencia estable durante el segundo y tercer periodo, en parte gracias al acierto exterior de Atencia (12 puntos, 3 triples), el trabajo bajo aros de Bulic (13) y la constancia de Littleson (13).
El conjunto madrileño, en plena carrera por consolidar su posición en el playoff, encontraba fluidez ofensiva, pero Alega resistía con orden defensivo y acierto puntual en ataque. Al descanso, el marcador reflejaba un 51-40 y tras el tercer cuarto, seguía sin romperse (71-60).
El vendaval final de Estudiantes, demasiado castigo
Sin embargo, el último cuarto fue un monólogo colegial. Estudiantes, liderado por un soberbio Joaquín Rodríguez (25 puntos, 4/5 en triples), rompió definitivamente el encuentro con un demoledor 21-4 de parcial en los primeros cinco minutos del periodo. Alega, que ya acusaba el desgaste físico, fue incapaz de frenar la sangría.
Jayson Granger volvió a ser el timón de los locales con 16 puntos y 9 asistencias, encontrando con facilidad a Kravić (16) y Barro (12) en la pintura. El uruguayo Rodríguez, que había estado más apagado en jornadas anteriores, asumió galones y se convirtió en el hombre decisivo.