La Sala Piti Cantalapiedra de la Biblioteca Central de Cantabria en Santander será el escenario, a partir del próximo 15 de abril, de una importante exposición retrospectiva dedicada al ceramista cántabro Emilio Barrero. La muestra, que estará abierta al público hasta el 1 de junio, reúne una cuidada selección de obras representativas de su prolífica carrera. Estas piezas fueron escogidas por el propio Barrero durante su vida para formar lo que él denominó su «colección especial». A través de esta exposición, se pretende dar a conocer su legado artístico, así como las experiencias y vivencias que marcaron su vida, y que se reflejan en muchas de las obras expuestas. El homenaje cobra aún más relevancia al ser organizado en el décimo aniversario de su fallecimiento, lo que proporciona una ocasión única para redescubrir su obra y su mensaje.
Emilio Barrero, nacido en Orejo (Cantabria) en 1932, fue un hombre cuya vida estuvo marcada por la tragedia, la emigración y una constante búsqueda artística que le permitió superar las adversidades. A los cuatro años, su familia sufrió la pérdida de su ganado debido a una epidemia, y con el estallido de la Guerra Civil, su padre, soldado republicano, murió en el frente. Barrero fue evacuado junto a otros niños huérfanos de guerra y, tras varios avatares, llegó a Bélgica, donde fue acogido por una familia. Sin embargo, con la invasión alemana, fue devuelto a España, donde vivió una infancia marcada por el dolor y la inestabilidad. En los años 60, y tras la dureza de la vida en la posguerra, decidió emigrar nuevamente a Bélgica, donde, después de jornadas de trabajo en la industria, comenzó a formarse en el dibujo, la pintura y la cerámica. En 1983 regresó a España, instalando su taller en Santoña y más tarde en un espacio en la ladera del monte Buciero, donde trabajó hasta su fallecimiento en 2015.
La exposición ofrece una visión global de los diferentes lenguajes creativos de Barrero. Uno de los aspectos más destacados de su obra fue su dedicación a la cerámica mural. Sus grandes murales cerámicos, como los dedicados a los hombres del mar y que estuvieron instalados en Puertochico, se destacan por su monumentalidad y su expresividad. Utilizando gres refractario y tierra del monte Yusa y la playa de Berria, Barrero plasmó en estos murales figuras de gran tamaño que sobresalen en altorrelieve, otorgándoles un dinamismo y una fuerza excepcionales. Además, algunos de sus murales fueron creados con azulejos, sobre los que dibujaba directamente y añadía colorantes. Estos trabajos son de una mayor sencillez, con superficies planas y cocidos a baja temperatura, pero igualmente poderosos en su mensaje.
La escultura fue otra de las disciplinas en las que Barrero se prodigó a lo largo de su carrera. En sus esculturas cerámicas, empleaba arcillas refractarias que le permitían alcanzar temperaturas muy altas y experimentar con diferentes efectos y texturas. En algunos casos, utilizaba técnicas como el vitrificado de arcillas para conseguir acabados metálicos. Su proceso creativo era meticuloso, y sobre él Barrero escribió: «Empleamos tierras preparadas por nosotros, sobre todo para colorear, y según qué trabajos y texturas deseamos obtener». Entre las piezas expuestas, los visitantes podrán ver algunos de los hornos y tornos que Barrero utilizaba regularmente en su taller, ofreciendo una visión más cercana de su proceso de trabajo.
Los grandes temas de su obra, que siempre estuvieron fuertemente relacionados con su vida personal, abarcan tanto escenas costumbristas del mundo del trabajo, como la figura humana en escenas de la vida cotidiana, como el amor, la maternidad o la ternura. Obras como El beso, La pareja, Mamá y bebé o El niño y el perro reflejan su visión íntima del ser humano. Barrero también introdujo textos en muchas de sus obras, ya sea sobre la superficie o en el interior de sus piezas. Estos textos ofrecen reflexiones profundas y personales, invitando al espectador a un diálogo directo con el autor. Algunos de sus grandes jarrones o esculturas de temática marinera incluyen estos fragmentos literarios, convirtiéndolos en piezas de doble significado, tanto visual como reflexivo.
La pintura y el dibujo fueron las otras dos pasiones de Barrero. Desde niño, estos fueron los lenguajes que acompañaron su desarrollo artístico. Sus obras pictóricas, generalmente al óleo, y sus dibujos a carboncillo, muestran paisajes, desnudos y figuras del campo trabajando, que se caracterizan por sus texturas ricas y la profundidad de los detalles. En la exposición se presentan varios de estos trabajos, así como un autorretrato a carboncillo, uno de los muchos que Barrero realizó a lo largo de su vida. Además de su faceta artística, Barrero también cultivó la escritura, y en la muestra se pueden ver sus dos libros de poesía De dentro hacia fuera (2011) y Trabajo y camino (2013), así como una novela autobiográfica inédita titulada Salpicaduras del 36, que relata su experiencia durante la Guerra Civil.
Como complemento a la exposición, se presentará una proyección exclusiva de parte del documental sobre su vida y obra realizado por su hijo, Ismael Barrero. Este documental, que está previsto para ser presentado próximamente, ofrecerá una visión más personal y profunda de la vida de este ceramista que, a lo largo de su carrera, supo integrar las emociones y la experiencia personal en su arte.
La exposición, organizada por la Dirección General de Cultura y Patrimonio Histórico del Gobierno de Cantabria, con la colaboración de la familia Barrero-San Emeterio, es un homenaje a uno de los grandes artistas de Cantabria. Los organizadores esperan que esta muestra sirva para dar a conocer su legado y que el público pueda disfrutar y reflexionar sobre la vida y obra de un hombre cuya pasión por el arte nunca se apagó, a pesar de los obstáculos que tuvo que superar.
DATOS DE LA EXPOSICIÓN:
INAUGURACIÓN: martes 15 de abril de 2025, 19:00 h.
SALA PITI CANTALAPIEDRA. Biblioteca Central de Cantabria, Santander
Edificio Los Arenales. Calle Ruiz de Alda 19, Santander
Exposición: del 15 de abril al 1 de junio de 2025.
Organiza: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria. Dirección General de Cultura y Patrimonio Histórico. Servicio de Acción Cultural
Horario de visita: de lunes a viernes, de 09:00 a 21:00 h; sábados, domingos y festivos, de 11:00 a 20:00 h.
Comisario: Luis Alberto Salcines
Coordinación y diseño expositivo: Raúl Reyes