La Junta de Personal Docente de Cantabria ha calificado de «ultimátum inaceptable» el plazo impuesto por el consejero de Educación, Sergio Silva, para que los sindicatos acepten su última propuesta salarial antes del 31 de marzo. En un comunicado difundido este martes, los representantes de los profesores han rechazado la exigencia de la Consejería de rubricar en cinco días hábiles una oferta que mantiene la consolidación del 70% de la pérdida de poder adquisitivo, con una mejora retributiva de 100,23 euros mensuales.
Los sindicatos denuncian que el Gobierno regional ha enviado a todos los docentes un correo electrónico reiterando la misma propuesta del 7 de marzo, ignorando su contraoferta de 30 euros adicionales. «Nos movimos el triple que ellos, pero no hemos obtenido respuesta», critican. Ante el bloqueo, han solicitado la mediación de la presidenta María José Sáenz de Buruaga para desatascar la negociación y evitar la huelga convocada para el próximo 3 de abril.
«Negociar sin amenazas»
La Junta de Personal ha acusado a Silva de actuar con «desconocimiento total» de la dinámica negociadora al vincular la huelga con una renuncia al diálogo. «La convocatoria no cierra la puerta, sino que amplía el margen para llegar a un acuerdo», insistieron, recordando que en otros sectores se firman convenios «incluso con los trabajadores en paro».
El consejero, por su parte, ha defendido su oferta —que incluye también mejoras en complementos de ruralidad y educación especial— como «la única viable», al situar el sueldo de los docentes cántabros «entre 150 y 200 euros por encima de la media nacional». En una reunión con más de 200 directores celebrada hoy en el Paraninfo de la Universidad, Silva tachó de «inasumible» la demanda sindical de 295 euros, que supondría un coste adicional de 40 millones para las arcas públicas.
Huelga y servicios mínimos
Aunque ha reconocido el derecho a la protesta, el titular de Educación ha asegurado que la convocatoria de huelga le ha «cogido por sorpresa» y «asesta un golpe» a las negociaciones. «No esperábamos este paso, menos aún por los medios de comunicación», declaró. Su departamento establecerá servicios mínimos para garantizar la atención a los alumnos, aunque evitó concretar porcentajes hasta evaluar la adhesión al paro.
Mientras los sindicatos insisten en convocar una nueva mesa de diálogo, Silva ha descartado más reuniones salvo que haya una «propuesta extraordinaria». El pulso sigue abierto: los docentes exigen que la Consejería «negocie sin plazos», mientras el Gobierno autonómico advierte de que, si no hay respuesta antes del domingo, dará por «desestimada» su oferta.













