El profesor de la Universidad de Cantabria (UC), el matemático Rafael Granero Belinchón, junto a su colega Martina Maglioca de la Universidad de Sevilla, han logrado derivar una nueva ecuación en derivadas parciales para modelar el crecimiento de colonias de células tumorales. Este avance, publicado recientemente en la prestigiosa revista Mathematical Models & Methods in Applied Sciences, no solo tiene aplicaciones potenciales en la simulación de tratamientos contra el cáncer, sino que también aporta herramientas matemáticas que podrían ser útiles en otros contextos científicos.
Según explican los autores, el objetivo principal de su investigación es «demostrar matemáticamente que una colonia de células tumorales puede romperse, un paso crucial para entender cómo se produce la metástasis». Granero Belinchón destaca que este proyecto comenzó gracias a una beca Leonardo de la Fundación BBVA en 2021, que le permitió adentrarse en el estudio matemático del crecimiento tumoral.
Aplicaciones prácticas y ventajas
Uno de los aspectos más destacados de este trabajo es su potencial para simular el efecto de tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia o los inhibidores de crecimiento tumoral. «Es una manera muy sencilla de hacer experimentos sin realmente hacer experimentos», explica Granero. «Cambiamos los parámetros del modelo para reflejar, por ejemplo, qué ocurriría si administramos un tratamiento específico a un paciente hipotético. Esto nos permite evitar problemas éticos, no necesitamos voluntarios ni realizar intervenciones invasivas».
Además de sus aplicaciones prácticas, la investigación se centra en el desarrollo de técnicas matemáticas que podrían utilizarse para analizar otros fenómenos observados en laboratorios o en tumores reales, como la filamentación de la frontera del tumor.
Un paso hacia la comprensión del cáncer
El estudio de Granero y Maglioca representa un avance significativo en el campo de la oncología matemática, una disciplina que combina las matemáticas y la biología para entender y combatir el cáncer. A través de modelos matemáticos, los investigadores pueden explorar escenarios complejos sin necesidad de recurrir a experimentos físicos, lo que acelera el proceso de descubrimiento y reduce costes.
Este trabajo no solo contribuye a la comprensión del crecimiento tumoral, sino que también sienta las bases para futuras investigaciones que podrían mejorar el diseño de tratamientos personalizados contra el cáncer. Con herramientas como esta ecuación, la comunidad científica está un paso más cerca de desentrañar los mecanismos que permiten a los tumores expandirse y metastatizar.