Pedro Casares ya tiene su equipo para dirigir el PSOE en Cantabria. La nueva dirección regional del partido, que se ratificó en el XV Congreso Regional, refleja un equilibrio entre su núcleo más cercano y algunas incorporaciones de la corriente de su antecesor, Pablo Zuloaga. Sin embargo, la configuración de la Ejecutiva no ha estado exenta de fricciones, y el reparto de poder ha generado tensiones entre sectores socialistas.
El Congreso, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, reunió a 400 delegados y contó con la presencia de destacados dirigentes nacionales. Entre ellos, Patxi López, que acudió como representante de Ferraz, y la ministra Pilar Alegría, que intervino de forma telemática. También participó la vicepresidenta María Jesús Montero, quien envió un mensaje grabado en el que expresó su apoyo a Casares y destacó la importancia de la unidad para liderar el cambio en la comunidad.
La lista de la nueva dirección socialista, paritaria con 42 integrantes, ha sido fruto de intensas negociaciones hasta última hora. Casares apostó por la integración de perfiles de distintas sensibilidades del partido, aunque las discrepancias sobre el reparto de puestos retrasaron el cierre de la Ejecutiva hasta la madrugada.
Los nombres clave de la nueva dirección
Casares ha situado a figuras de su máxima confianza en los principales cargos. La alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ocupará la vicesecretaría general y será la responsable de Política Municipal. Por su parte, el alcalde de Cartes, Agustín Molleda, asume la Secretaría de Organización, mientras que el regidor de Colindres, Javier Incera, será el vicesecretario de Acción Política.
Ainoa Quiñones, exdelegada del Gobierno en Cantabria y estrecha colaboradora de Casares, ejercerá como portavoz del partido y se encargará de Comunicación. Otro de los nombramientos destacados es el de Luisa Real, exconsejera de Sanidad, que presidirá la Ejecutiva tras rechazar el puesto la histórica socialista Lola Gorostiaga.
En cuanto a la integración del sector de Zuloaga, se han sumado a la Ejecutiva Sergio Balbontín (Cultura), Olga Borbolla (Turismo), Eduardo Gutiérrez (Medio Rural) y Julio Cires (Agricultura, Ganadería y Alimentación). Un gesto de acercamiento, aunque insuficiente para algunos de los afines al exsecretario general, que reclamaban una mayor cuota de representación en función de los resultados de las primarias.
Tensión interna y el futuro del PSOE en Cantabria
El reparto de poder ha generado malestar en ciertos sectores del partido. Zuloaga propuso que el Comité Regional reflejara los porcentajes de voto de las primarias (un 47% para su sector y un 53% para Casares), pero su oferta no fue aceptada, y finalmente la representación otorgada a su entorno se redujo al 30%.
Además, durante su intervención, Zuloaga dejó claro que no se aparta de la política y lanzó un aviso de cara al futuro: en 2026 habrá primarias para elegir candidato a la presidencia de Cantabria. «No me despidáis. No me voy a ningún lado. Me quedo», afirmó ante los delegados.
Otro punto de fricción fue la votación del balance de gestión de la Ejecutiva saliente. Aunque la nueva dirección apostó por un respaldo institucional a los cuatro años de mandato de Zuloaga, hubo resistencias entre los delegados que criticaban su gestión. Finalmente, el informe fue aprobado con un 64% de votos a favor, 47 abstenciones y 23 en contra.
Casares, por su parte, se mostró conciliador y agradeció el trabajo de Zuloaga y su equipo. «Gracias a su compromiso y trabajo hoy estamos aquí», señaló en su discurso de apertura del Congreso.
Objetivo: Santander y el liderazgo autonómico en 2027
Más allá de la configuración interna del partido, Casares dejó claras sus prioridades: ganar el Ayuntamiento de Santander en 2027 y convertir al PSOE en la primera fuerza política de Cantabria. Para ello, confirmó la candidatura de Daniel Fernández como cabeza de lista en la capital, donde los socialistas llevan cinco décadas sin gobernar.
En la misma línea, la ministra Pilar Alegría pronosticó que Casares será «el próximo presidente de Cantabria» en las autonómicas de 2027, mientras que Montero insistió en la necesidad de unidad para fortalecer el proyecto socialista en la región.
Con la nueva Ejecutiva en marcha y los equilibrios internos todavía en juego, el PSOE cántabro arranca una nueva etapa con la vista puesta en su próximo gran desafío electoral.