Como cada 8 de marzo, el Consejo de la Mujer de Torrelavega se reúne para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, con un mensaje claro: la lucha por una sociedad donde hombres y mujeres convivamos en igualdad plena. El 8 de marzo de 1908, más de 120 trabajadoras perdieron la vida en un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York, víctimas de un sistema que las mantenía atrapadas en condiciones laborales inhumanas. Este trágico suceso, junto con la protesta de las trabajadoras textiles en 1857, marcó el inicio de una larga lucha por los derechos sociales y la reivindicación feminista que, más de un siglo después, sigue viva y presente.
La igualdad de género es, sin duda, uno de los pilares fundamentales para lograr un mundo más justo, pacífico y próspero. Aunque se han logrado avances significativos en las últimas décadas, el objetivo de alcanzar la igualdad de género para 2030, como estipula la Agenda 2030 de la ONU, aún está lejos de cumplirse. Avanzar en esta dirección es vital para crear una sociedad sana, que fomente el bienestar en todos sus ámbitos: desde la reducción de la pobreza hasta la mejora de la salud, la educación y la protección.
El lema de Naciones Unidas para este año, «Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento», es compartido por el Consejo de la Mujer, que se une a esta causa global. Las mujeres y las niñas representan la mitad de la población mundial, pero la persistente desigualdad de género sigue frenando su potencial, lo que repercute negativamente en el progreso social. Por ello, es crucial fomentar su empoderamiento, especialmente de las jóvenes y niñas, para que participen activamente en todos los sectores de la sociedad.
El empoderamiento de la mujer es un proceso que implica el reconocimiento y visibilización de sus contribuciones, la participación en la toma de decisiones y el ejercicio de su autonomía en el ámbito económico, político y social. Un entorno donde la igualdad sea una realidad contribuye a construir economías más justas, estables y fuertes.
A pesar de los avances, la brecha de género sigue siendo una realidad en el empleo, donde las mujeres ganan, en promedio, un 20% menos que los hombres. Según los datos de la EPA 2023, el salario medio de las mujeres es de 2.063,2 euros, frente a los 2.467,9 euros de los hombres. Este desequilibrio económico es un reflejo de una sociedad que aún no valora a las mujeres en pie de igualdad, tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Desde el Consejo de la Mujer, se reivindica la necesidad de seguir trabajando para cerrar esta brecha y aumentar la presencia de las mujeres en sectores como la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Para ello, es fundamental sensibilizar y educar desde la infancia en valores de igualdad y respeto. Además, se debe seguir luchando por la conciliación, ya que las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras, representando un 41% frente al 33% de los hombres.
El feminismo sindical ha sido una de las fuerzas impulsoras de este cambio, uniendo a generaciones de mujeres en la lucha por mejores condiciones laborales, mejores salarios y mayor respeto. Esta energía reivindicatoria se remonta a la Revolución Industrial, cuando las mujeres trabajadoras lucharon por la mejora de sus condiciones de vida. Hoy, esa lucha sigue vigente y requiere el compromiso de toda la sociedad, hombres y mujeres por igual, para continuar avanzando hacia la igualdad.
Además, en este 8 de marzo, se celebra el 600 aniversario de la presencia del pueblo gitano en la península ibérica, un reconocimiento a la resistencia y a las contribuciones de las mujeres gitanas a lo largo de la historia. Ellas han sido un ejemplo de fortaleza y resiliencia, luchando por la inclusión y por sus derechos, mientras preservan su identidad y cultura.
Desde el Consejo de la Mujer de Torrelavega, se reafirma el compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres, impulsando la lucha compartida, la sororidad y el empoderamiento. La lucha feminista es un camino que no tiene vuelta atrás, pero solo podremos recorrerlo de forma efectiva si lo hacemos juntos, como sociedad, uniendo esfuerzos y voces. Este 8 de marzo, alzamos la voz por todas aquellas mujeres que aún hoy siguen luchando por sus derechos, por las que nos precedieron, por las que están con nosotros y por las que vendrán, convencidos de que el futuro debe ser, y será, más justo e igualitario.