Más de 200 expertos en medio ambiente y destacados profesionales de diversas disciplinas científicas han firmado un manifiesto en contra de la construcción de la carretera turística que pretende unir Reinosa con Potes. El documento, titulado «Nuestras montañas se defienden», advierte del «grave impacto ambiental» que tendría el proyecto sobre espacios protegidos como la Sierra del Cordel y la Sierra de Híjar, ambas integradas en la Red Natura 2000.
La iniciativa surge a raíz de la acción llevada a cabo por el partido Cantabristas el pasado mes en Peña Labra, donde desplegaron una pancarta de 30 metros para denunciar lo que califican como un «atentado medioambiental». Según los firmantes, la construcción de esta infraestructura alteraría de forma irreversible los corredores ecológicos, pondría en peligro especies protegidas y provocaría un incremento de la contaminación acústica y lumínica.
Entre las personalidades que respaldan el manifiesto figuran nombres de reconocido prestigio como el escritor y periodista Manuel Rivas, Premio Nacional de Narrativa y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes; el poeta y ecologista Jorge Riechmann, profesor de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid; Juantxo López de Uralde, exdirector de Greenpeace; y Fernando Valladares, profesor de investigación del CSIC y experto en ecología y cambio global.
A ellos se suman catedráticos y especialistas en ecología, biología, geografía y otras ramas científicas, como Eloy Bécares (Universidad de León), Antonio J. Castro Martínez (Universidad de Almería) o Enrique Serrano Cañadas (Universidad de Valladolid), entre otros. El manifiesto también cuenta con el apoyo de expertos en conservación de la biodiversidad y profesionales independientes comprometidos con la defensa del patrimonio natural.
Los firmantes alertan de que la carretera atravesaría zonas de especial protección ambiental como la ZEC “Valles altos del Nansa y Saja y Alto Campoo”, incluidas en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, y áreas delimitadas por el Plan de Recuperación del Oso Pardo en Cantabria, una especie en peligro. Además, subrayan que el trazado afectaría al Parque Natural Saja-Besaya, uno de los espacios de mayor valor ecológico de la región.
En el manifiesto, los expertos critican que este proyecto responde a «intereses cortoplacistas» ligados a la masificación turística, ignorando la emergencia climática y la crisis global de biodiversidad. «En un momento en que la sostenibilidad debe ser una prioridad, iniciativas como esta van en la dirección contraria a lo que realmente necesita Cantabria», concluyen.