El cántabru, lengua romance declarada «en grave peligro de desaparición» por la UNESCO, contará con un nuevo espacio para su aprendizaje y práctica. A partir de este jueves 6 de marzo, el bar social La Central, ubicado en la localidad de Navajeda (Entrambasaguas), acogerá un curso de cántabru con sesiones semanales a partir de las 19:30 horas, en un formato más cercano y participativo que busca regenerar las comunidades de hablantes.
Esta iniciativa surge del esfuerzo de diversas asociaciones culturales como Aición, L’Argayu o Alcuentru, que llevan más de 25 años trabajando por la dignificación y reconocimiento de esta modalidad lingüística. A lo largo de este tiempo, han organizado cursos en espacios como la Universidad de Cantabria, la Biblioteca Municipal de Santander o centros sociales de Torrelavega y Laredo. La pandemia obligó a suspender las clases presenciales, pero abrió nuevas oportunidades a través de la formación online, en la que participaron más de 400 personas durante los cursos de 2020-2021 y 2021-2022.
El nuevo formato en La Central busca acercar el cántabru a la sociedad de una manera más informal, aprovechando espacios cotidianos como los bares sociales para fomentar el uso oral de la lengua. Además, según los organizadores, este modelo podría extenderse a otros municipios de Cantabria con el objetivo de crear redes de hablantes y promover la transmisión del idioma en un entorno más distendido.
A pesar de los esfuerzos de la sociedad civil, el cántabru sigue siendo la lengua ibérica no castellana más desprotegida por la administración autonómica. En 2007, la Plataforma Esclave impulsó el «Manifiesto por el Patrimonio Lingüístico Cántabro», que recogió el apoyo de numerosos lingüistas y centenares de firmas, pero no logró obtener el reconocimiento como Bien de Interés Cultural por parte de la Consejería.
Con este nuevo proyecto, las asociaciones promotoras reafirman su compromiso de preservar y difundir este patrimonio lingüístico milenario, ofreciendo a quienes lo deseen la oportunidad de aprender, practicar y mantener vivo el cántabru en su día a día.