Cantabria ha alcanzado un hito histórico en 2024 al superar por primera vez los 120.000 empleos femeninos, con un total de 122.701 ocupadas, lo que supone un incremento del 2,8% (3.294 mujeres más) respecto al año anterior. Sin embargo, este avance ha estado marcado por un aumento significativo del empleo a tiempo parcial, que representa casi el 75% del crecimiento (+2.434 empleos). Este fenómeno agrava la ya existente brecha laboral de género en el empleo parcial, según el informe presentado por la Vicesecretaría Confederal de UGT, elaborado con motivo del Día Internacional de las Mujeres.
El sindicato ha señalado que, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), de las 27.500 trabajadoras cántabras con empleo a tiempo parcial en 2024, un 23% del total de ocupadas (24.905 asalariadas) tiene contratos a jornada parcial. Esta cifra es casi el triple de la registrada entre los hombres, que se situó en 8.466 varones. En contraste, el empleo masculino en la región experimentó un mayor crecimiento en términos absolutos, con 5.301 nuevos empleos (+3,9%), aunque solo un 12% de estos corresponden a jornadas parciales (+677), lo que amplía aún más la brecha de género en este tipo de contratación.
El informe de UGT también destaca que Cantabria fue la cuarta comunidad autónoma con mayor crecimiento del empleo femenino a tiempo parcial en términos porcentuales en 2024, con un aumento del 9,71%, solo superada por La Rioja, Canarias y Madrid. Este incremento es casi tres veces superior al promedio nacional, que se situó en un 3,97%.
Arantxa Imaz, responsable de Igualdad de UGT en Cantabria, ha indicado que aunque la reforma laboral de 2022 provocó un aumento del empleo indefinido, tanto para hombres como para mujeres, los dos últimos años han mostrado una tendencia preocupante. De los 7.872 nuevos empleos creados para mujeres en 2023 y 2024, el 69% (5.425) son a tiempo parcial, un porcentaje mucho más alto que el 28% de los hombres en la misma situación. Este patrón refleja una desigualdad persistente en las condiciones laborales, a pesar de los avances en términos de empleo indefinido.
El informe también resalta que, al cierre de 2024, en Cantabria había 19.034 mujeres trabajando a tiempo parcial más que hombres, lo que representa un 28% más de mujeres en esta modalidad, mientras que las mujeres con jornada completa fueron 37.104 menos que los hombres, a pesar de que la cifra total de empleos femeninos a tiempo completo alcanzó los 95.201, el mayor número desde que la EPA comenzó a publicar estos datos en 2002.
A pesar de estos avances, Imaz recalca que las mujeres siguen dedicando una media de casi cinco horas menos a la semana al trabajo remunerado que los hombres, mientras que asumen una carga mucho mayor en cuanto a los cuidados familiares y de personas dependientes. Esto tiene implicaciones directas para sus cotizaciones a la Seguridad Social y, en consecuencia, para su futura pensión de jubilación o prestación por desempleo.
El informe también señala que la brecha de género en la tasa de actividad ha aumentado, especialmente en el número de mujeres inactivas, que pasó de 130.011 a 130.390 en 2024. En cambio, la población masculina inactiva disminuyó en más de un 3%, con 3.339 varones menos fuera del mercado laboral.
Por otro lado, el paro en Cantabria ha experimentado una ligera disminución, con una reducción de casi un punto en la tasa de desempleo (de 3,52% a 2,58%), lo que refleja un descenso tanto en el paro de larga duración como en el de corta duración. Sin embargo, las brechas de género en las tasas de empleo y actividad continúan siendo un reto pendiente para la región.
UGT ha reiterado su compromiso con la lucha por la igualdad en el empleo, subrayando que, aunque los datos muestran un aumento del empleo en términos absolutos, las desigualdades de género siguen marcando la pauta en el mercado laboral de Cantabria.