La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha hecho un llamamiento a proteger y promover las Marzas como parte del «patrimonio colectivo» de la comunidad y ha destacado su «esperanza» ante la recuperación de esta tradición en cada vez más centros educativos. Según ha afirmado, la implicación de los colegios es fundamental para que «sus versos, sus voces y su música vuelvan a llenar las calles y los pueblos como antaño».
«Las Marzas y los marceros refuerzan nuestra identidad regional. Es lo más nuestro, lo que nos une y nos reúne en torno a una herencia de siglos», ha señalado Buruaga durante el acto celebrado en el Parlamento de Cantabria, donde ha asegurado que es una prioridad del Gobierno preservar y difundir las costumbres que forman parte del patrimonio etnográfico, musical y festivo de la región.
En este sentido, la presidenta ha garantizado el respaldo del Ejecutivo autonómico a las iniciativas que «enriquecen y dan vida a nuestras tradiciones», y ha animado a los marceros a seguir incorporando niños y jóvenes para asegurar el relevo generacional. «Juntos vamos a seguir dando eco y grandeza a nuestras Marzas», ha afirmado, agradeciendo especialmente a la Ronda Altamira de Santander, la Ronda Fuentes de Reinosa y la Ronda Marcera de Torrelavega su compromiso con esta tradición.
Un homenaje sin mujeres marceras
El patio del Parlamento ha sido el escenario de esta celebración, que conmemora las canciones populares con las que Cantabria da la bienvenida al mes de marzo y al inicio de la primavera. El acto ha contado con la presencia del consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros, así como de diversas autoridades autonómicas y alrededor de un centenar de marceros procedentes de las principales rondas de la región.
Sin embargo, no ha habido presencia femenina entre los marceros, un hecho que se repite en las principales rondas oficiales como la de Santander o la de Torrelavega. Este exclusión de las mujeres se sostiene sobre la idea, defendida por una parte del sector más tradicionalista, de que la esencia de las Marzas reside en la ronda a las mujeres y no en la celebración de la llegada de la primavera, lo que les lleva a argumentar que las mujeres no pueden cantar las Marzas.
No obstante, estas rondas omiten una parte de su idea: las Marzas eran interpretadas por mozos casaderos, mientras que sus rondas (las más oficialistas) están formadas mayoritariamente por hombres de edad avanzada, que ya no cumplen ese requisito.
Siguiendo la costumbre, la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, ha recibido a los marceros a las puertas del edificio, donde el pregonero ha planteado la pregunta ritual: «¿Cantamos, rezamos o nos vamos?». Tras recibir la autorización para cantar, los marceros han accedido al patio entonando la copla ‘Si no hay oro, venga plata’.
A lo largo del acto, las rondas han interpretado algunas de las piezas más representativas del repertorio marcero, como ‘Buenos mozos’, ‘La rutona’, ‘Aquí venimos, señores’ o el ‘Ave María’, en un evento que también ha servido para presentar a Agustín García como Marcero Mayor de Torrelavega 2025.
Como es tradición, Buruaga y González Revuelta han hecho entrega a las rondas de los aguinaldos, unas cestas con productos típicos de la región.
Una tradición con reconocimiento oficial
Las Marzas fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de patrimonio inmaterial en 2015, en reconocimiento a su valor histórico y cultural. Esta tradición tiene su origen en las coplas que los mozos cantaban en los pueblos para celebrar la llegada de la primavera.
A pesar de los avances en la recuperación de esta tradición, la ausencia de mujeres en las principales rondas marceras plantea interrogantes sobre la igualdad y la inclusión en una costumbre que, aunque vinculada a la historia local, ha evolucionado con el tiempo.