El Hospital de Laredo se enfrenta a una grave crisis en su servicio de Traumatología, que en las próximas semanas verá reducida a la mitad su plantilla de especialistas, pasando de diez a solo cinco facultativos, según ha informado El Diario Montañes. Esta situación, motivada por un cúmulo de bajas, traslados y permisos, ha puesto en alerta a la dirección del centro, que trabaja a contrarreloj para evitar el impacto en la actividad quirúrgica y en las listas de espera, donde actualmente hay 900 pacientes pendientes de operación, algunos con más de dos años de demora.
El gerente del hospital, Antonio Juan Pastor, ha reconocido su preocupación ante las dificultades que se avecinan, especialmente en lo que respecta a la cobertura de las guardias, que es el problema más urgente. Paralelamente, advierte de que la reducción de personal podría afectar gravemente a la actividad ordinaria del hospital, dado que Traumatología y Ortopedia es la especialidad con mayor volumen de pacientes en el área de salud de Laredo.
Refuerzo externo para cubrir las guardias
Desde la semana pasada, el Servicio Cántabro de Salud (SCS) mantiene negociaciones con los equipos de traumatólogos de los tres hospitales públicos de Cantabria –Valdecilla, Sierrallana y Laredo– para encontrar una solución. Por ahora, se ha logrado garantizar la cobertura de las guardias a partir de marzo, gracias a un acuerdo similar al que se adoptó en su día con los anestesistas: facultativos de Valdecilla y Sierrallana podrán desplazarse voluntariamente a Laredo para cubrir los turnos más críticos.
Listas de espera al límite y posibles derivaciones a Valdecilla
El principal reto ahora es evitar un aumento de las listas de espera, que ya se encuentran en niveles preocupantes: 900 pacientes en espera de cirugía, con una demora media de 200 días. Este problema frena además la ampliación del bloque quirúrgico, que había pasado de tres a cuatro quirófanos tras las obras de modernización del hospital y tenía previsto activar un quinto.