El debate entre los dos aspirantes a la Secretaría General del PSOE de Cantabria, Pedro Casares y Pablo Zuloaga, ha estado marcado por la tensión y el cruce de reproches en una cita que, hasta el último momento, estuvo en el aire por la falta de acuerdo sobre la fecha y la hora. Finalmente, el Comité Organizador del 15º Congreso Regional fijó el cara a cara para este jueves a las 12:00 horas en la sede socialista de la calle Vargas, en Santander, con la presencia exclusiva de los miembros de ambas candidaturas y sin acceso a los medios de comunicación.
A solo 72 horas de que los militantes decidan en primarias quién liderará el partido en Cantabria, los dos aspirantes han protagonizado un debate bronco, más centrado en los reproches personales que en la presentación de propuestas. El evento se ha estructurado en cuatro bloques temáticos: resultados electorales y pactos, agrupaciones locales, órganos internos y política de comunicación, aunque el enfrentamiento ha estado presente desde el inicio.
Un debate tenso desde el primer minuto
Casares fue el primero en llegar, a las 11:50 horas, y desde el principio dejó claro que no había tenido tiempo suficiente para prepararse el debate. “Por respeto a la militancia estoy aquí, pero me hubiera gustado poder prepararlo tras dos días de trabajo intenso en Madrid”, explicó el diputado nacional. Su contrincante, Pablo Zuloaga, llegó justo antes de comenzar, a las 11:59 horas, y le reprochó que su presencia en el debate se hubiera decidido a última hora. “Ha habido prácticamente que traerte de las orejas después de dos días en los que no querías debate”, le espetó el actual secretario general, que aspira a revalidar el cargo por tercera vez.
A partir de ahí, la discusión se convirtió en un cruce de reproches en el que ambos dejaron claras sus diferencias. El tono fue especialmente duro en el bloque sobre política de comunicación, donde el enfrentamiento se volvió más personal.
Acusaciones cruzadas y diferencias sobre la estrategia del partido
Pedro Casares acusó a Zuloaga de liderar un proyecto personalista, centrado en su figura y no en el partido. Además, le responsabilizó de no haber obtenido mejores resultados en las últimas elecciones a pesar del desplome del PRC y la desaparición de Podemos. También le reprochó la falta de apoyo a las agrupaciones locales, algo que, según él, ha debilitado al partido en toda la comunidad.
Por su parte, Pablo Zuloaga contraatacó asegurando que Casares había estado ausente en los debates clave del PSOE a nivel nacional, como la defensa de los indultos y la amnistía, y le acusó de haber hecho declaraciones perjudiciales para Cantabria, como sus comentarios sobre la protección del lobo. “Si no puedes respetar a Cantabria, no puedes ser el secretario general”, afirmó.
El actual líder de los socialistas cántabros también culpó a Casares de que el pacto con el PRC no se haya podido reeditar, citando la pérdida de 1.200 votos en Santander que privaron al PSOE de un diputado regional. “Es injusto y mezquino que culpes a Daniel Fernández -candidato electoral- cuando el culpable eres tú”, le recriminó, recordándole que el PP logró mayoría absoluta en la capital cántabra y que él decidió marcharse a Madrid en el “momento de mayor debilidad” de los populares.
Del enfrentamiento político al ataque personal
El enfrentamiento entre ambos traspasó lo político y se tornó personal. Casares llamó “mentiroso” en varias ocasiones a Zuloaga, quien, a su vez, le acusó de desprestigiarlo de manera intencionada. Además, el líder del PSOE de Cantabria le reprochó a Casares su cercanía con la derecha. “Muchos de los ataques que lanzas contra mi candidatura son los mismos que escucho del PP en el Parlamento”, afirmó Zuloaga.
Otro de los momentos de mayor tensión se produjo cuando Zuloaga reprochó a Casares su papel en Madrid y su falta de compromiso con Cantabria. “Te he echado en falta en momentos cruciales”, le espetó, poniendo como ejemplo debates clave como los indultos, la amnistía o la financiación autonómica. Casares se defendió asegurando que su labor ha sido representar a Cantabria en el Congreso y que él responde directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Visiones opuestas sobre el futuro del PSOE de Cantabria
En clave interna, Casares insistió en que Zuloaga ha dejado desatendidas a las agrupaciones locales, mientras que el actual secretario general reivindicó que, bajo su liderazgo, el partido ha crecido en votos y militantes. Sin embargo, Casares insistió en que su objetivo es convertir al PSOE en la primera fuerza de Cantabria y liderar un Gobierno autonómico con políticas progresistas, algo que, según él, no se ha conseguido bajo la gestión de Zuloaga.
El debate también puso sobre la mesa la futura estrategia electoral del partido. Mientras Zuloaga expresó abiertamente su intención de ser candidato en las elecciones autonómicas de 2027, Casares evitó comprometerse y señaló que esa decisión deberá tomarse en otro proceso más adelante.
Un PSOE dividido ante las primarias
El debate ha dejado claro que la batalla por el liderazgo del PSOE de Cantabria está lejos de ser una simple disputa interna. Las diferencias entre Casares y Zuloaga reflejan dos modelos distintos de partido y una fuerte división entre la militancia.
Con las primarias a la vuelta de la esquina, los socialistas cántabros deberán elegir entre la continuidad de Zuloaga o la apuesta por un cambio con Casares. Lo que sí ha quedado claro es que, gane quien gane, la reconstrucción del partido tras este proceso no será tarea fácil.