Un equipo internacional de investigadores, liderado por Pere Gelabert y Ron Pinhasi, de la Universidad de Viena, junto a Ana B. Marín Arroyo, directora del grupo EvoAdapta y profesora de la Universidad de Cantabria (UC), ha publicado en la revista Nature Communications un estudio innovador sobre ADN antiguo recuperado en la Cueva de El Mirón (Ramales, Cantabria).
En la investigación también han participado los catedráticos eméritos Manuel González Morales, del Grupo BioPrehistory de la UC, y Lawrence Straus, de la Universidad de Nuevo México (EE.UU.). Los resultados aportan información clave sobre la ocupación humana y la fauna que habitó esta cueva durante la última Edad del Hielo, situándola como uno de los yacimientos más relevantes de España para el estudio del Paleolítico Superior.
ADN humano y animal en sedimentos arqueológicos
Según explicó Ana B. Marín Arroyo, el ADN extraído de los sedimentos de la Cueva de El Mirón ha permitido identificar la presencia de humanos y diversas especies animales en un periodo que se remonta a 25.000 años, durante el Solutrense. “A pesar de que no contábamos con restos óseos o dentales de ciertas especies, los análisis genéticos han revelado su existencia en este entorno”, destacó la investigadora.
El ADN humano recuperado se ha comparado con otras muestras de la región, incluyendo restos de La Dama Roja, el famoso enterramiento magdaleniense descubierto en la cueva, así como con yacimientos como Malalmuerzo (Granada) y La Riera (Asturias). Estos análisis han demostrado que las poblaciones humanas de la zona fueron notablemente estables, lo que refuerza la hipótesis de que la Península Ibérica fue un refugio climático durante la última glaciación, según subrayó González Morales.
Especies animales ausentes en el registro fósil
Uno de los hallazgos más llamativos del estudio ha sido la identificación de especies animales que no estaban documentadas en el registro fósil de la cueva, como el cuón alpino (un cánido salvaje), el mamut o la hiena.
Además, los datos genéticos indican que los leopardos prehistóricos de El Mirón presentan una mayor relación con los de la región del Cáucaso, previos a la Edad del Hielo, que con los de Europa Central. Este descubrimiento representa una de las pocas evidencias genéticas del cuón en Europa occidental, un animal cuya presencia en la zona era hasta ahora prácticamente desconocida.
Conexiones con el linaje de Fournol
El estudio también ha permitido relacionar estos descubrimientos con el linaje de Fournol, identificado en yacimientos del sur de la Península Ibérica y asociado a las primeras poblaciones de humanos modernos en Europa. Según detalló González Morales, este linaje persiste en los restos de La Dama Roja de la Cueva de El Mirón, lo que abre nuevas vías de investigación sobre la continuidad genética de estos grupos humanos.
Los investigadores han destacado que estos hallazgos representan un avance significativo en la arqueología molecular, al combinar estudios de ADN antiguo, arqueozoología y proteómica, facilitando una visión más profunda de los cambios en el poblamiento humano, la evolución de las especies y las extinciones ocurridas en la última glaciación.