El Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, ha iniciado el proceso administrativo para llevar a cabo extracciones de lobos con el fin de controlar su población. En la última década, la especie ha aumentado un 92% en la región, pasando de 12 a 23 manadas y alcanzando cerca de 200 ejemplares que provocan cada año más de 2.500 ataques y 3.000 muertes en la cabaña ganadera.
La consejera del ramo, María Jesús Susinos, ha anunciado que en los próximos días se remitirá al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) la documentación necesaria para solicitar el informe preceptivo —aunque no vinculante— que permita iniciar la extracción de dos ejemplares en Monte Caballar y la Sierra de Abanillas, donde los ataques han sido especialmente graves.
«Cantabria no puede más con la carga de lobos»
Durante la reunión de la Mesa Regional Agraria, Susinos ha defendido la necesidad de actuar con urgencia, destacando que en 2023 los lobos provocaron 2.322 ataques y 2.817 muertes, lo que supuso 1,48 millones de euros en indemnizaciones. En los primeros diez meses de 2024, los ataques ya han superado los datos de todo el año anterior, con 2.333 ataques y 2.960 muertes, lo que ha obligado al Ejecutivo regional a incrementar el seguro por daños de 1,3 a 2,8 millones de euros.
Ante esta situación, la Consejería ha iniciado además el proceso para solicitar la retirada del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), en línea con la recomendación del comité supervisor de la Convención de Berna y la propuesta de la Unión Europea de rebajar su nivel de protección.
«No buscamos una eliminación indiscriminada del lobo, sino un control poblacional basado en criterios científicos y llevado a cabo por profesionales, garantizando su supervivencia en hábitats adecuados», ha subrayado Susinos.
Apoyo del sector ganadero
Las organizaciones agrarias UGAM-COAG, ASAJA Cantabria, UPA y AIGAS han respaldado las medidas anunciadas por la Consejería, señalando que «la situación es inaguantable» y que la ganadería se ha vuelto inviable en algunas zonas de Cantabria debido a la proliferación de lobos.
Desde ASAJA Cantabria, su presidente, Manuel Herrero, ha señalado que la expansión del lobo está afectando gravemente a la actividad ganadera: «Nunca habíamos visto lobos en ciertas zonas ni a ciertas horas. Es necesario un cambio de criterio en la gestión de la especie».
El sector ha reclamado al Ministerio una respuesta rápida a la solicitud de extracciones y que apoye la retirada del lobo del LESPRE para permitir una gestión más flexible y adaptada a la realidad del medio rural.














