La Biblioteca de la Universidad de Cantabria (BUC) ha recibido recientemente dos valiosas donaciones que suman casi 2.000 documentos. Los fondos, provenientes de la Fundación Bruno Alonso y de la familia de Leopoldo Bárcena Díaz, exdirector de la Mina de Reocín, estarán disponibles para el estudio e investigación histórica en la universidad. La recepción de estos materiales se completó la semana pasada, gracias a los convenios firmados en diciembre entre la UC y los donantes: Luis Alberto Salcines, presidente de la Fundación Bruno Alonso, y Leopoldo Fernández-Escalante Bárcena, nieto de Leopoldo Bárcena Díaz.
Los dos archivos, el de Bruno Alonso y el de Leopoldo Bárcena Díaz, serán integrados en las colecciones especiales de la BUC debido a su relevancia documental. Estos archivos cubren períodos históricos clave y, como señaló la directora de la BUC, María Jesús Saiz, se someterán a procesos de catalogación, análisis y digitalización para su difusión online a través de UC ReCrea, accesible al público de manera abierta y libre.
El Archivo Bruno Alonso incluye 250 cartas personales, memorias y casi mil documentos con artículos en periódicos, intervenciones en las Cortes republicanas y referencias a su papel en la Guerra Civil. Este material fue donado por Salcines y otros colaboradores, como el doctor en Historia Julián Sanz. Bruno Alonso, destacado político socialista y líder del movimiento obrero en Cantabria, será así más accesible para quienes estudian la historia de la región y el contexto social y político de su tiempo.
Por otro lado, el Archivo Leopoldo Bárcena Díaz, donado por su nieto, contiene 400 cartas comerciales y personales relacionadas con su época como director de la Mina de Reocín. Estas cartas, algunas de las cuales fueron dictadas por su madre, ofrecen una visión única de la vida en la mina y el contexto histórico-industrial de la región. El archivo será de gran utilidad para investigadores y para complementar el fondo Mina de Reocín que ya se conserva en la UC.
Ambas donaciones constituyen una valiosa aportación al patrimonio documental de Cantabria, y la Universidad de Cantabria se compromete a preservar y poner a disposición del público estos fondos históricos.