El Juzgado de Instrucción Número 4 de Santander ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, para E.M.G., el conductor de 28 años que este miércoles atropelló mortalmente a una mujer de 72 años en la zona de Monte, en Santander, mientras conducía una furgoneta robada bajo los efectos del alcohol y las drogas.
El acusado, que carecía de carné de conducir y ya contaba con cuatro condenas previas por circular sin permiso, provocó otros dos accidentes de tráfico antes del atropello mortal. Después de embestir a la mujer, huyó del lugar y se ocultó en un chalet cercano sin el consentimiento de sus propietarios, donde fue localizado y detenido por la Policía.
El juez instructor, Luis Enrique García Delgado, ha tomado esta decisión tras valorar los graves indicios de criminalidad, el riesgo de fuga y la posibilidad de reincidencia. El hombre podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de prisión por delitos como homicidio por imprudencia grave, abandono del lugar del accidente, hurto de vehículo, allanamiento y delitos contra la seguridad vial.
Un historial delictivo que incluye maltrato animal
Además de los hechos relacionados con el atropello, el acusado está imputado por un delito continuado de maltrato animal tras la muerte de 29 perros en una nave industrial de Suances en enero de 2022. Los animales fueron hallados sin vida por la Guardia Civil en un estado deplorable, y tanto la Fiscalía como la acusación popular, ejercida por la Federación DEAN (Defensa Animal Cantabria), piden para él 18 meses de prisión, la pena máxima para este delito.
En el auto judicial sobre el atropello, el magistrado señala que el acusado sustrajo una furgoneta en la calle Ruiz de Alda y realizó una conducción «gravemente irregular y a gran velocidad». Chocó con dos vehículos en la S-20 antes de invadir la acera y atropellar a la mujer, quien sufrió un traumatismo craneocervical que le provocó la muerte inmediata.
El juez considera que la prisión provisional es necesaria para evitar el riesgo de fuga, dado que el hombre podría enfrentarse a una elevada pena de cárcel, y para proteger a la ciudadanía, ya que su historial demuestra un desprecio reiterado por la seguridad vial. En su auto, también destaca el consumo habitual de sustancias tóxicas y los antecedentes delictivos del acusado, lo que evidencia su peligrosidad.
La medida de prisión preventiva no es firme y puede ser recurrida, aunque el magistrado considera que no caben alternativas menos gravosas. Mientras tanto, el acusado permanece bajo custodia judicial mientras avanza la investigación.