Cantabria ha cerrado 2024 posicionándose como la segunda comunidad autónoma de España donde más ha subido el precio de la vivienda, tanto nueva como usada, con un incremento del 8,5%. Este crecimiento solo ha sido superado por Baleares, que lidera con un 10,8%, y se sitúa 4,1 puntos por encima de la media nacional, que se queda en un 4,4%, según el último informe de la empresa de tasaciones Tinsa. Durante todo el año, el aumento acumulado en Cantabria se establece en un 6%.
En el cuarto trimestre, el precio medio del metro cuadrado en la región alcanzó los 1.642 euros, un 2,5% más que en el periodo entre julio y septiembre. Por su parte, en Santander, los precios de la vivienda registraron un incremento del 8,2% en comparación con el año anterior y un 2,1% respecto al tercer trimestre. En la capital cántabra, entre octubre y diciembre, el precio medio se situó en 2.023 euros por metro cuadrado, acumulando un crecimiento anual del 5,1%.
En Torrelavega, otro mercado residencial destacado según Tinsa, los precios aumentaron un 12,3% en el último año y un 2,9% respecto al trimestre anterior, alcanzando los 1.236 euros por metro cuadrado y acumulando un alza anual del 8,5%.
A nivel nacional, el análisis de Tinsa muestra una aceleración en el crecimiento de los precios de la vivienda nueva y usada, con un aumento del 4,4% interanual y un 2,2% respecto al trimestre anterior. Al ajustar los datos para descontar la inflación, el crecimiento real interanual fue del 2,3%, frente al 1% del trimestre anterior.
La empresa atribuye este dinamismo del mercado a la reducción del coste de la financiación tras los ajustes de política monetaria del Banco Central Europeo, junto con una mayor accesibilidad al crédito. Además, factores como la estabilidad en el empleo, la recuperación del poder adquisitivo de los hogares y el aumento de la demanda residencial por parte de inmigrantes y no residentes han sido determinantes.
En Cantabria, el importe medio de las hipotecas firmadas en el último trimestre fue de 117.145 euros, con una cuota media de 598 euros. Los hogares cántabros destinaron, de media, un 32,5% de su renta disponible al pago del primer año de una hipoteca que cubre el 80% del valor de una vivienda tipo. En Santander, este porcentaje subió al 40,5%.