La Asociación de Vecinos de las plazas de Pombo-Cañadío y Ensanche ha presentado una serie de propuestas a la modificación parcial de la Ordenanza municipal para el Control Ambiental de Instalaciones y Actividades, cuyo principal objetivo es desarrollar las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en la ciudad. El proceso de consulta pública, que se ha limitado al plazo mínimo legal de 10 días hábiles, ha suscitado críticas por parte de la asociación, que denuncia importantes obstáculos para acceder al documento en los canales oficiales del Ayuntamiento.
Entre las propuestas, los vecinos plantean la creación de subcategorías dentro de las ZAS, diferenciándolas en alta, moderada y baja, en función de los niveles de ruido. También sugieren la instalación de equipos de medición en continuo que permitan ofrecer datos en tiempo real accesibles para toda la ciudadanía. Este sistema, basado en colores como los de un semáforo (rojo, ámbar y verde), facilitaría la evaluación de las medidas adoptadas y serviría para concienciar sobre la contaminación acústica. Asimismo, la asociación propone la creación de una Mesa de Ruido, concebida como un espacio técnico y participativo que reúna a todos los sectores implicados para coordinar y supervisar las acciones implementadas de forma más efectiva.
La Asociación de Vecinos asegura que estas propuestas están fundamentadas en normativas similares ya aplicadas en otras ciudades españolas y en los compromisos adquiridos durante las reuniones mantenidas con el Ayuntamiento. Confían en que las iniciativas presentadas serán incorporadas al articulado de la ordenanza con el fin de alcanzar el mejor resultado posible para la regulación del ruido en la ciudad.
A pesar de ello, los vecinos han lamentado lo que consideran una falta de transparencia en el proceso de consulta previa. Señalan que el documento no estaba disponible en la web principal del Ayuntamiento, sino únicamente en el portal de transparencia, donde resultaba difícil de localizar. Además, han destacado que en otros procesos, como el relacionado con la Ordenanza de la OLA, se ha contado con una rueda de prensa, reuniones con asociaciones vecinales y un plazo ampliado para la consulta pública, lo que contrasta con el tratamiento recibido por la modificación de las ZAS.
Desde la asociación critican que, a pesar de que el equipo de Gobierno repite constantemente palabras como transparencia y participación, estas no se aplican de manera uniforme en todos los temas. Según han señalado, esto genera la percepción de que en ciertos asuntos, como el de la contaminación acústica, hay un menor interés por fomentar un debate abierto y accesible para la ciudadanía.