El sindicato UGT ha expresado su rechazo al Plan de Formación 2025 presentado hoy por el Consejo Rector del ICAP (Instituto Cántabro de Administración Pública) para el personal del Gobierno de Cantabria, debido a que, en su opinión, la oferta formativa sigue siendo desigual. Según el sindicato, esta desigualdad afecta principalmente al personal laboral y a las mujeres, ya que la formación es mucho más limitada para estos colectivos, frente a los funcionarios, especialmente en áreas como los cursos especializados.
La sección sindical de UGT ha recordado que ya habían expresado su desacuerdo con el plan formativo tras presentar un estudio que demostraba que el personal laboral recibía menos formación que el funcionario, y que las mujeres, especialmente en sectores feminizados, también son las más desfavorecidas en cuanto a formación. Según el sindicato, existen sectores masculinizados, como el personal de Montes y oficios varios, donde los cursos especializados son designados directamente por la Administración, mientras que el personal laboral y los cuerpos inferiores se ven relegados a cursos generales abiertos a todos los trabajadores.
Además, UGT critica que los cursos especializados destinados al personal laboral se limitan a ámbitos muy concretos y señala que las bases para la concesión de cursos incluyen ahora un porcentaje de plazas reservadas para mujeres en cursos de alta dirección, sin embargo, esto no resuelve el problema estructural de la desigualdad formativa.
El sindicato reclama mayor ambición en el plan formativo, pidiendo que la reserva de plazas se extienda a todos los cursos en los que haya un género infrarrepresentado y que las solicitudes no se resuelvan por sorteo de apellidos, sino que se valore el porcentaje de infrarrepresentación de género.
UGT también denuncia que las necesidades de servicio —como la justificación de no asistencia a los cursos por necesidades de servicio— se aplican principalmente al sector de la dependencia y a personal de educación, ambos sectores altamente feminizados, lo que agrava aún más la desigualdad.
El sindicato reafirma su posición de «formación para todas y todos» y exige que sea la Administración quien asuma la responsabilidad de las sustituciones del personal durante los cursos, para garantizar que todos puedan acceder a la formación sin perjuicio de sus tareas laborales.
Finalmente, UGT plantea que se globalice el acceso a la formación y se fije un mínimo de horas anuales formativas obligatorias para todos los trabajadores del Gobierno de Cantabria. El sindicato también apuesta por nuevas fórmulas y un modelo formativo más adaptado al perfil de los empleados públicos, con el objetivo de favorecer su crecimiento profesional y personal.