Cantabria se suma a la evolución nacional en el consumo de sustancias psicoactivas, tal y como reflejan los datos de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) 2024, realizada entre el 12 de febrero y el 21 de junio de 2024. El informe, que analiza los hábitos de consumo en la población de 15 a 64 años, indica que en la región el 33,9% de los encuestados consumió tabaco en los últimos 30 días, frente al 37,2% registrado en 2022, confirmando una tendencia descendente en el uso de esta sustancia.
El consumo de alcohol también muestra un ligero descenso, situándose en un 63,5% de prevalencia en el último mes, aunque sigue siendo la sustancia más consumida. Sin embargo, el informe advierte de un aumento preocupante en el consumo de cannabis, que alcanza al 10,5% de los cántabros en el último mes, y en el uso de hipnosedantes, con una prevalencia del 8%. Estos datos reflejan un cambio en las preferencias de los consumidores hacia sustancias percibidas como menos perjudiciales o de mayor disponibilidad.
A nivel nacional, los resultados presentan patrones similares. El consumo de tabaco cayó al 36,8% en los últimos 30 días, en comparación con el 39% de 2022, mientras que el alcohol se mantiene en cifras similares al año anterior, con un 63,5% de consumo mensual. Por otro lado, el cannabis continúa ganando terreno y se consolida como la droga ilegal más consumida en España, con un 12,6% de usuarios en el último año. Los hipnosedantes, con o sin receta, alcanzan cifras preocupantes, especialmente entre las mujeres y los mayores de 35 años, con una prevalencia total del 27,4% alguna vez en la vida, lo que supone un aumento de tres puntos respecto a 2022.
El informe también arroja datos sobre el consumo diario de alcohol, que creció ligeramente hasta el 10,5%, mientras que el de tabaco disminuyó significativamente, pasando del 33,1% en 2022 al 25,8% en 2024. Por su parte, el consumo de cannabis diario se mantiene estable, con un 2,5% de usuarios habituales.
En cuanto a las edades de inicio, el alcohol y el tabaco continúan siendo las sustancias que los cántabros prueban más temprano, con una media de 16,4 y 16,6 años, respectivamente. En el caso del cannabis, el inicio se produce de media a los 18,4 años, mientras que las personas que consumen hipnosedantes tienden a comenzar más tarde, a los 34,4 años de media.
Con una muestra de 26.878 cuestionarios válidos a nivel nacional, el estudio permite observar tendencias regionales y nacionales que ayudan a diseñar políticas de prevención más eficaces. En Cantabria, las cifras confirman la necesidad de adaptar estas estrategias a un contexto cambiante, en el que el uso de cannabis y psicofármacos sigue al alza, mientras que el tabaco y el alcohol comienzan a perder terreno.














