Maestros y profesores de Cantabria han llevado a cabo encierros en 17 colegios e institutos para exigir a la Consejería de Educación que negocie la actualización de sus salarios. La última revisión retributiva, según los docentes, data de 2008. La Junta de Personal Docente, organizadora de esta iniciativa, considera que «dieciséis años es tiempo suficiente» para abordar esta cuestión.
Las protestas comenzaron en la sede del Gobierno de Cantabria, donde un grupo de delegados sindicales permaneció confinado durante diez días. Tras abandonar Peña Herbosa, las acciones se trasladaron a los centros educativos, donde decenas de docentes pasaron la noche con sacos de dormir y pancartas para dar visibilidad a su causa.
Los participantes argumentan que «las funciones de los equipos directivos y docentes han aumentado exponencialmente» en los últimos años. Aseguran que la pandemia puso de manifiesto su compromiso con la sociedad, pero que ahora es momento de que ese esfuerzo sea reconocido con una actualización salarial acorde a las responsabilidades actuales.
La protesta tuvo lugar en localidades como Santander, Torrelavega, Puente San Miguel, Castro Urdiales y El Astillero, entre otras. Sindicatos como ANPE, CCOO, STEC, UGT y CSIF apoyan la movilización y subrayan que la falta de respuesta por parte de la Consejería justifica la continuidad de las acciones reivindicativas.
El colectivo docente insiste en que no buscan privilegios, sino una remuneración justa que dignifique su labor. «No pedimos más que lo que corresponde a una profesión esencial para el desarrollo social», concluyen los organizadores.