Expertos y autoridades advierten sobre un posible incremento de enfermedades infecciosas como leptospirosis, diarrea y tétanos debido a la contaminación de agua y alimentos. En las próximas semanas, resulta fundamental garantizar el acceso a agua potable, el adecuado almacenamiento de alimentos y un control efectivo de plagas para prevenir posibles brotes. También se recomienda mantener estrictas medidas de higiene personal y el uso de equipos de protección individual (EPI) tanto para voluntarios como para los afectados. La restauración de los servicios básicos es esencial para reducir los riesgos para la salud pública.











