En las tensas elecciones del PSOE cántabro para el Congreso Federal, Susana Herrán, alcaldesa de Castro Urdiales, ha logrado una ajustada victoria frente al secretario general del partido en Cantabria, Pablo Zuloaga, por un margen de apenas 30 votos. Herrán consiguió un 51% de los apoyos frente al 49% alcanzado por Zuloaga, lo que ha dejado al actual líder socialista en una posición complicada y expuesta de cara al futuro político en la región. Sin embargo, lo que podría haber sido una simple victoria, se transformó en un proceso lleno de controversias cuando Zuloaga impugnó los resultados en la agrupación de Cartes, poniendo en duda el desenlace final de la votación.
La jornada, que prometía ser decisiva, se convirtió en un verdadero «lío monumental» cuando, tras conocerse los resultados provisionales, Zuloaga anunció que no reconocía la derrota y presentó una impugnación al proceso de votación en Cartes, alegando irregularidades. Según un comunicado de su candidatura , una persona que no era militante habría participado en la votación, llegando incluso a formar parte de la mesa electoral. Ante estas circunstancias, el secretario general cántabro se dio por ganador al considerar que si se anulan los votos en Cartes, él podría revertir el resultado.
Sin embargo, desde Ferraz, la dirección nacional del PSOE, se apresuraron a aclarar que la victoria era de Susana Herrán, ya que no se puede invalidar directamente el resultado de una mesa sin pasar primero por el proceso de revisión oficial del Comité de Garantías del partido. Este comité se encargará de estudiar la impugnación y decidir si procede anular los votos en cuestión. Mientras tanto, la situación sigue siendo tensa, y aunque Herrán ha sido proclamada vencedora de forma provisional, la incertidumbre persiste en el socialismo cántabro.
Repercusiones más allá de las elecciones
La derrota de Pablo Zuloaga va mucho más allá de quién encabezará la delegación cántabra en el Congreso Federal de Sevilla, donde se reelegirá a Pedro Sánchez como líder del PSOE. Este revés ha puesto de manifiesto la profunda fractura interna en el PSOE de Cantabria, revelando que la dirección regional no cuenta con el respaldo mayoritario de la militancia, un dato alarmante para Zuloaga, que en apenas unos meses enfrentará el Congreso Regional del partido, donde se decidirá su continuidad como secretario general. La ajustada victoria de Susana Herrán deja entrever que el PSOE cántabro está claramente dividido, con dos facciones que compiten por el control del partido.
Uno de los actores clave en esta historia es Pedro Casares, impulsor de la candidatura alternativa de Herrán y uno de los principales oponentes de Zuloaga en el seno del PSOE cántabro. Casares, que ha estado trabajando durante meses para debilitar la posición del secretario general, ve ahora reforzada su estrategia de cara al Congreso Regional, donde se prevé una fuerte pugna por el liderazgo del partido en Cantabria.
Un reparto de delegados marcado por la división
A pesar de las diferencias entre las dos facciones, ambas están de acuerdo en respaldar a Pedro Sánchez en el Congreso Federal, un hecho que no ha pasado desapercibido. Sin embargo, la lista de delegados que representarán a Cantabria en Sevilla refleja claramente la división interna del partido. Los 19 delegados estarán encabezados por Susana Herrán y nueve miembros de su equipo: Julio Pinna, Ainoa Quiñones, Sergio Abascal, Esther Bolado, Gonzalo Fernández, Andrea Ventisca, Salomón Martín, Lydia Terán y Nicolás Toral. Por su parte, Pablo Zuloaga y su grupo también estarán presentes, representados por ocho delegados de su lista: Eugenia Gómez de Diego, José Luis Urraca, Ana Belén Álvarez, Javier Incera, Rosario Losa, Sergio Balbontín, María Dolores Nates y José Salmón.
El resultado final de esta votación, a la espera de lo que ocurra con la impugnación en Cartes, ha dejado una clara señal de que Zuloaga ya no tiene el control absoluto que parecía tener en el PSOE cántabro. Es el único secretario general del PSOE en toda España que no liderará a su delegación en el Congreso Federal, lo que supone un toque de atención significativo a su liderazgo y una advertencia sobre lo que podría ocurrir en el Congreso Regional, donde se decidirá su futuro al frente del partido.
Un día de alta tensión en el socialismo cántabro
La jornada electoral del pasado domingo fue una de las más tensas que se recuerdan dentro del socialismo cántabro. Desde primera hora de la mañana, las agrupaciones socialistas más pequeñas comenzaron a emitir sus votos, con un resultado ajustado que favorecía inicialmente a Zuloaga. En las primeras horas, diez centros apoyaban al secretario general, mientras que nueve respaldaban a Susana Herrán, con dos empates en lugares clave, como Piélagos. La situación en Piélagos fue particularmente sorprendente, ya que, dado el malestar manifiesto de Verónica Samperio con la dirección regional, se esperaba una victoria aplastante de Herrán, algo que no sucedió.
Sin embargo, por la tarde, el equilibrio de fuerzas comenzó a cambiar. Herrán consiguió victorias significativas en plazas importantes como Santander, donde logró un 73% de los votos, y en su feudo de Castro Urdiales, con un impresionante 83% de apoyo. Otros municipios importantes, como Camargo, El Astillero y Cabezón de la Sal, también se inclinaron por la candidatura de Herrán.
Zuloaga mantuvo el control en localidades como Santa Cruz de Bezana, su bastión político donde fue alcalde, consiguiendo una contundente victoria con 50 votos frente a 2. También obtuvo apoyos en otros municipios como Laredo, Colindres, Suances y Reinosa, lo que le permitió mantenerse competitivo hasta el final de la jornada.












