La Guardia Civil ha arrestado a tres individuos, dos de ellos propietarios de una granja en el Valle de Miera y un transportista, todos naturales de Cantabria, como parte de la ‘Operación Rumia’ para esclarecer el origen de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en el ganado vacuno del norte de la península. Se les investiga por supuesta pertenencia a un grupo delictivo y por daños a la propiedad. Además, dos de ellos enfrentan cargos por delitos contra la salud pública y falsificación de documentos.
La investigación comenzó cuando los responsables de la granja del Valle de Miera trasladaron un gran número de vacas a pastos en Cáceres en enero del año pasado. A pesar de la declaración de la enfermedad hemorrágica en Cantabria en julio, trajeron de vuelta alrededor de 200 vacas sin la documentación requerida y sin notificar su entrada en la región.
El Seprona inició la pesquisa tras detectarse un patrón de propagación inusual de la enfermedad. Se encontró un salto de más de 350 kilómetros, lo cual no coincidía con la propagación normal. Se identificó al ganado procedente de Cáceres como posible vector de la enfermedad, ya que allí se habían reportado casos de EHE y lengua azul, y se encontraron restos de ganado vacuno en los pastos.
Durante la investigación, se descubrió que el ganado de la granja en Miera estaba siendo tratado con medicamentos y se sospechaba una alta incidencia de la enfermedad hemorrágica y lengua azul. Dos responsables de la granja y el transportista implicado en los movimientos ilegales del ganado fueron detenidos la semana pasada. Se estima que los daños económicos superan los 3 millones de euros, incluyendo indemnizaciones y costos de tratamiento del ganado, así como los gastos de vacunación por la lengua azul. La investigación está en curso bajo la dirección del Juzgado de Instrucción nº 1 de Medio Cudeyo y la Fiscalía de Medio Ambiente de Cantabria, y se comparte información con EUROPOL debido a la propagación de la enfermedad a Francia, lo que podría resultar en nuevas acciones.