El Año Jubilar Lebaniego, celebrado en Cantabria, ha sido un momento de reflexión y encuentro para la comunidad cristiana y la región en general. El obispo de Santander, Arturo Ros, junto con el vicario de Pastoral, Ricardo Alvarado, han destacado la importancia de este evento, a pesar de la notable disminución en el número de peregrinos con respecto al jubileo anterior en 2018. Aunque en esta ocasión la cifra de peregrinos ha sido de alrededor de 160,000, en contraste con el millón registrado en 2018 o 1.250.000 en el Año Jubilar 2006, Ros y Alvarado han resaltado el impacto positivo del jubileo actual y han abogado por reflexionar sobre cómo mejorar futuras celebraciones.
Es importante destacar que, a pesar de la disminución en el número de peregrinos, el evento ha sido significativo, atrayendo a visitantes tanto locales como internacionales. Cerca de 75,000 personas llegaron caminando y más de 85,000 lo hicieron en autobús, lo que muestra un interés continuo en el Año Jubilar Lebaniego. Además, se han sellado más de 11,200 credenciales, con una notable participación internacional, con grupos de 30 países diferentes.
El enfoque principal ahora está en el próximo Año Jubilar Lebaniego en 2028, para el cual el obispo Ros ha instado a un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Enfatizó la importancia de mantener la unidad y comenzar a prepararse desde ahora para garantizar el éxito de la próxima celebración. La clausura del Año Santo está programada para el 14 de abril, donde se espera una participación significativa de sacerdotes y figuras religiosas destacadas, marcando así el final simbólico de este período especial, pero al mismo tiempo abriendo las puertas a nuevas etapas de peregrinación y acogida en Liébana.