La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha realizado una visita hoy a Reinosa para inspeccionar la obra llevada a cabo por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en la confluencia de los ríos Híjar y Ebro.
Esta importante intervención, que ha contado con una inversión del Gobierno de España de 260.300 euros, ha consistido en la ampliación de la sección del cauce y la adecuación de la ribera en la margen izquierda del río Ebro. Según detalló Gómez de Diego, estas obras incluyeron el retranqueo de los taludes y el aumento de la caja por donde discurren las aguas, lo que ha incrementado la capacidad de evacuación en aproximadamente un 20%.
La delegada del Gobierno destacó la relevancia de esta obra, que ha respondido al compromiso del Gobierno de España de proteger a los habitantes de Reinosa y de Campoo después de las graves inundaciones de diciembre de 2019. Con esta actuación, se han finalizado los trabajos prometidos por el Ministerio y la Confederación Hidrográfica del Ebro tras los desbordamientos que afectaron a Reinosa.
En total, el Gobierno de España ha invertido más de 1,2 millones de euros en diversas actuaciones destinadas a prevenir y reducir el riesgo de inundaciones, así como a minimizar los posibles daños en caso de futuros episodios similares a los de hace cuatro años.
Durante la visita, Gómez de Diego estuvo acompañada por el jefe de sección de la CHE, José Lorenzo Gil, a quien agradeció el trabajo realizado, así como por el alcalde de Reinosa, José Luis López Vielba. Este último expresó su satisfacción por las obras realizadas y expresó su deseo de que el Gobierno regional lleve a cabo la segunda fase de intervención, que está en proceso de licitación y que supondrá una inversión cercana a los 3 millones de euros.
Las medidas implementadas son el resultado de la colaboración y el trabajo conjunto entre el Gobierno de España, el Gobierno de Cantabria y los ayuntamientos de Reinosa, Enmedio y Suso, tras las graves inundaciones de diciembre de 2019.