El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha registrado una moción en la que plantea la necesidad de proteger y conservar la pedreñera, embarcación tradicional de la bahía, como símbolo identitario de la ciudad y su entorno. La iniciativa será debatida en el próximo Pleno municipal.
Los regionalistas solicitan que se reconozca oficialmente esta tipología de embarcación como parte del patrimonio marítimo de Santander y que se promuevan ayudas específicas para su restauración, mantenimiento y posible construcción, siempre respetando sus rasgos tradicionales.
Además, la propuesta contempla el impulso de programas que fomenten la transmisión de los oficios vinculados a la construcción y uso de estas embarcaciones, como la carpintería de ribera, así como la realización de actividades culturales, educativas y turísticas que ayuden a difundir su historia y relevancia.
Felipe Piña, portavoz municipal del PRC, ha recordado que las pedreñeras han sido, desde el siglo XIX, un elemento clave en la conexión entre las localidades de la bahía, facilitando el transporte de personas entre Santander, Pedreña y Somo, y contribuyendo al desarrollo económico y social de la zona.
«Estas embarcaciones no solo han jugado un papel funcional, también forman parte de la memoria colectiva y de la cultura popular de la ciudad. Son un símbolo del paisaje marítimo santanderino y un legado que merece ser preservado», ha señalado Piña.
Según ha advertido, el hecho de que no exista aún una figura de protección para las pedreñeras pone en riesgo su continuidad, tanto por la pérdida de su tipología como por la desaparición de los oficios artesanales que las hacen posibles.
Piña ha puesto como ejemplo casos de éxito en otros lugares, como la góndola veneciana o los moliceiros de la ría de Aveiro, que ya cuentan con medidas de protección y promoción. En España, ha recordado que embarcaciones como los llaüts de Baleares o las dornas gallegas también están incluidas en catálogos oficiales de bienes patrimoniales.
La moción del PRC busca que Santander siga esa misma senda para garantizar que las pedreñeras continúen formando parte del presente y del futuro de la ciudad y su bahía, y que su valor histórico y cultural pueda ser compartido con las nuevas generaciones.