En una operación internacional sin precedentes, agentes de la Policía Nacional, en colaboración con EUROPOL y la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), han desmantelado una red criminal dedicada a la fabricación, importación y distribución masiva de productos falsificados. La investigación, que comenzó en mayo de 2024, ha permitido identificar a un conjunto de empresas europeas involucradas en la introducción de casi 2.000 toneladas de mercancía falsa desde China hacia Europa, especialmente en España, donde se realizaron 34 inspecciones en diferentes provincias, incluida Cantabria. La operación ha supuesto un golpe significativo a las redes ilegales de falsificación, afectando a marcas de renombre internacional.
El modus operandi de la organización consistía en importar grandes cantidades de productos falsificados que, bajo la apariencia de artículos auténticos, eran vendidos en diversos puntos de venta en España, incluidas tiendas físicas en zonas turísticas y comerciales, así como a través de perfiles de redes sociales y páginas web de comercio electrónico. Las mercancías, que abarcan desde equipaciones deportivas y bolsos de lujo hasta calzado, relojes y productos electrónicos, estaban acompañadas de certificados de autenticidad fraudulentos que engañaban a los consumidores.
En Cantabria, se llevaron a cabo varias inspecciones en locales y comercios sospechosos de participar en la distribución de estos productos falsificados. La intervención de la Policía Nacional en esta región ha sido crucial para desarticular una de las principales rutas de distribución de productos falsificados en la Unión Europea. Las investigaciones revelaron que, a pesar de la apariencia legítima de los productos, muchos de estos artículos violaban los derechos de propiedad industrial y no cumplían con las normativas de seguridad y calidad exigidas por las autoridades europeas.
A lo largo de la operación, que se ha desarrollado en diversas provincias españolas como Madrid, Málaga, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza y Murcia, se ha logrado la incautación de más de 300.000 productos falsificados, que incluyen principalmente equipaciones deportivas de fútbol, bolsos de lujo, calzado de alta gama, relojes de marca, y dispositivos electrónicos. El valor de los productos incautados se estima en alrededor de 12,5 millones de euros. Durante la operación se han detenido a 73 personas en España, mientras que otras 19 están siendo investigadas como presuntos responsables de delitos contra la propiedad industrial. Las detenciones han tenido lugar en distintas regiones del país, como Madrid, Málaga, Sevilla, Barcelona, Valencia, Zaragoza, y Tarragona, entre otras.
Los implicados en la red operaban a través de una compleja estructura de empresas con sede en diversos países europeos, incluidas Alemania y Países Bajos, que se encargaban de la importación de los productos falsificados. Para burlar los controles aduaneros y las inspecciones de seguridad, las mercancías eran enviadas a través de distintos aeropuertos y puertos europeos, utilizando rutas y métodos que dificultaban su detección. La red estaba especialmente activa durante eventos internacionales como la Eurocopa de Fútbol 2024 y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de París, lo que provocó que las autoridades intensificaran las investigaciones sobre la llegada de productos falsificados a Europa.
La operación también ha puesto de manifiesto el vínculo entre los distribuidores y las plataformas de comercio electrónico, donde se vendían a precios bajos productos que simulaban ser de marcas de alta gama. Los investigadores descubrieron que los vendedores empleaban perfiles falsos en redes sociales y tiendas online para comercializar los productos de forma ilícita, lo que dificultaba aún más la localización de los responsables. Las autoridades han destacado la importancia de la colaboración público-privada, que ha sido clave para llevar a cabo la operación y gestionar el almacenamiento y tratamiento de la gran cantidad de productos incautados.
El desmantelamiento de esta red criminal ha tenido un impacto significativo en las organizaciones ilegales de falsificación que operan en Europa. La red, que había introducido cerca de 2.000 toneladas de mercancías falsificadas en la UE en solo dos años, ha sido desarticulada, lo que ha dejado a las redes de falsificación sin una de sus principales rutas de entrada de productos falsos. A pesar del avance logrado, las investigaciones continúan abiertas, y las autoridades esperan realizar nuevas detenciones en los próximos días.
La Policía Nacional ha subrayado la importancia de que los consumidores sean conscientes de los riesgos de adquirir productos falsificados, que no solo afectan a las marcas y a la economía, sino que también suponen un peligro para la salud y la seguridad de los compradores. Además, han instado a la población a ser cautelosa al comprar productos en línea y a verificar siempre la autenticidad de los artículos para evitar ser engañados por las redes de falsificación.