El Gobierno de Cantabria ha rechazado el anteproyecto del parque eólico Corus, de 66 MW, alegando importantes deficiencias en su Estudio de Impacto Ambiental (EsIA). La instalación, promovida por Global Vidulante S.L., abarca los municipios de Ampuero, Guriezo, Liendo, Limpias, Rasines, Voto, Ruesga y Solórzano. Según explicaron en rueda de prensa los consejeros Roberto Media y María Jesús Susinos, los informes técnicos emitidos por las Direcciones Generales de Biodiversidad, Medio Ambiente y Urbanismo son claramente negativos.
El EsIA presentado es «poco detallado, genérico y de calidad insuficiente», según Susinos, quien señaló que algunos impactos fueron calificados como «severos y críticos». Entre ellos, se destacan las afecciones a espacios naturales protegidos, avifauna, hábitats y patrimonio cultural, así como una evaluación sesgada de los impactos paisajísticos en una zona de alta densidad poblacional y atractivo turístico.
Aunque los informes emitidos por Cantabria no son vinculantes, al ser un proyecto de tramitación estatal, el Ejecutivo regional ya ha remitido su rechazo al Ministerio para la Transición Ecológica, que tiene la última palabra.
Por otro lado, Media aseguró que el Gobierno de María José Sáenz de Buruaga apuesta por un desarrollo eólico ordenado y riguroso, destacando proyectos como El Escudo y Bustatur, que ya han recibido luz verde. Según datos de la Asociación Eólica de Cantabria, las inversiones en nuevos parques eólicos podrían alcanzar los 300 millones de euros y generar 400 empleos durante su construcción.