El Parlamento de Cantabria ha dado luz verde este jueves a los Presupuestos Generales de Cantabria (PGC) para 2025, que ascienden a 3.749 millones de euros. Gracias al respaldo del PRC, el Gobierno en minoría del PP, liderado por María José Sáenz de Buruaga, logra sacar adelante unas cuentas que entrarán en vigor el 1 de enero y que suponen un incremento del 5,87% respecto a 2024. Estas cuentas destinan el 62% del presupuesto a sanidad, educación y servicios sociales, con una inversión total de 2.229 millones de euros en estas áreas prioritarias. Además, los presupuestos contemplan medidas para combatir la despoblación, reforzar la ganadería, fomentar la industria, promover políticas de vivienda y reducir la deuda pública.
El acuerdo presupuestario entre PP y PRC ha permitido aprobar también la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, conocida como ‘ley de acompañamiento’, que introduce 11 modificaciones normativas. Entre ellas destacan nuevas deducciones fiscales para atraer inversión extranjera, incentivos al empadronamiento en zonas rurales y medidas para favorecer el alquiler de viviendas en áreas despobladas. Sin embargo, algunas modificaciones, como la unificación de municipios considerados en riesgo de despoblamiento y reto demográfico, han suscitado críticas por parte del PSOE y Vox, quienes aseguran que varios municipios perderán beneficios fiscales. Además, la posibilidad de convenios con empresas privadas en el ámbito de la salud también ha generado polémica al ser interpretada como un intento de concertar servicios públicos por la “puerta de atrás”.
El proceso de aprobación no ha estado exento de tensiones. PSOE y Vox presentaron enmiendas a la totalidad durante la tramitación y votaron en contra de los presupuestos finales, criticando la falta de diálogo y calificando el proceso de “teatro político”. A pesar de ello, se aprobaron 98 enmiendas de las 461 presentadas, la mayoría pertenecientes al PP y al PRC. Entre las medidas incorporadas destacan incrementos en las partidas destinadas a entidades locales menores, apoyo a ferias y mercados, convenios con municipios en declive demográfico y proyectos del Servicio Cántabro de Salud enfocados en la prevención de la obesidad infantil, el suicidio y el juego patológico.
En el debate parlamentario, el consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros, defendió los presupuestos como “históricos” por su dotación y ambición. Aseguró que blindan los servicios públicos esenciales, fomentan el empleo y consolidan un modelo de crecimiento sostenible que mejora la calidad de vida de los cántabros. Por su parte, el PRC destacó su “responsabilidad” en apoyar unas cuentas “verdes” y subrayó que su respaldo no es un “cheque en blanco”. En contraste, el PSOE calificó los presupuestos como “de derechas” y criticó que no atienden los grandes retos de la comunidad, mientras Vox los tachó de “continuistas” y acusó al Gobierno de desperdiciar una oportunidad para un cambio real. El diputado no adscrito Cristóbal Palacio también mostró su descontento, asegurando que los presupuestos no ofrecen un proyecto alternativo para la región.
El PP, por su parte, celebra que estos presupuestos cumplan su hoja de ruta para construir “una Cantabria de primera”. Sin embargo, desde la oposición insisten en que el pacto entre PP y PRC consolida un “rodillo” que deja fuera otras visiones políticas, perpetuando un modelo que, según ellos, no responde a los desafíos estructurales de Cantabria.