La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, en representación del Gobierno de Cantabria, ha intervenido hoy en la Comisión de las Comunidades Autónomas del Senado donde ha pedido, junto a los homólogos de Galicia y Castilla y León, «la exclusión del lobo del LESPRE» y la «urgente necesidad» de revisar la estrategia española de conservación de esta especie.
«Tengo el inmenso honor de hacerles llegar la voz de los ganaderos de mi tierra, de Cantabria, que lleva alzándose, de manera desesperada, desde el año 2021 y que parece, nadie quiere escuchar», ha señalado la consejera, quien ha puesto como ejemplo la situación de Andrés, un joven ganadero de Valdáliga que perdió en octubre siete de sus 14 ovejas debido a ataques de lobos, ilustrando la «desesperación» del sector.
Susinos ha calificado como «graves» los efectos derivados de la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) en 2021, decisión que considera «puramente electoralista» y que, en su opinión, ha hecho «inviable el control poblacional» de una especie que ocupa lo más alto de la cadena trófica.
La consejera ha insistido en que la reciente decisión del Comité Permanente del Convenio de Berna de rebajar el nivel de protección del lobo debe ser atendida por el Gobierno central. «No existen razones técnicas ni científicas que justifiquen el cambio del estatus legal del lobo», ha afirmado.
Además, ha subrayado que «nuestros ganaderos están criando a sus animales para alimentar al lobo», lo que genera pérdidas económicas y una sensación de «indefensión total» en el sector. Sin embargo, ha destacado que los ganaderos no buscan compensaciones económicas, sino la posibilidad de convivir con la especie, como se ha hecho tradicionalmente.
En Cantabria, según ha recordado Susinos, se ha implantado un modelo de gestión que combina indemnizaciones justas, medidas preventivas y controles poblacionales bajo criterios técnicos, logrando un equilibrio entre la conservación del lobo y la ganadería extensiva. Este modelo ha permitido multiplicar por ocho el número de manadas en los últimos 34 años y ampliar en un 92% el área de presencia de la especie, que ya ocupa el 80% del territorio regional.
La consejera ha presentado datos recientes que reflejan un incremento de la población de lobos en Cantabria, con el doble de manadas en la última década y más de 200 ejemplares en la región, lo que ha provocado más de 2.500 ataques anuales al ganado, causando la muerte de 3.000 reses y pérdidas económicas superiores a 2,8 millones de euros al año.
Finalmente, ha instado al Gobierno central a trabajar en la gestión del lobo desde un enfoque realista, que contemple tanto la conservación de la especie como el apoyo a los ganaderos, alejándose de «ideas preconcebidas y extremismos». Susinos ha estado acompañada por el director general de Montes y Biodiversidad, Ángel Serdio, y ha contado con el apoyo de otras comunidades autónomas con alta presencia de lobos, como La Rioja, Aragón y Extremadura.