La educación en Cantabria vive días de tensión. Un encierro en la sede del Gobierno regional y la exigencia de una mejora retributiva para los docentes han encendido el debate sobre las condiciones laborales en el sector educativo. Sergio Silva, Consejero de Educación, ofrece su visión en una columna publicada en El Diario Montañés, donde aboga por el diálogo frente al conflicto.
Silva, con 24 años de experiencia como docente, asegura que su compromiso con la educación no es pasajero. «No llegué ayer ni me iré mañana», afirma, destacando su vinculación directa con el aula hasta hace menos de año y medio. Su mensaje principal es claro: las reivindicaciones son legítimas, pero el camino para resolverlas debe ser el consenso.
El conflicto actual surge de una demanda sindical que busca una equiparación salarial inmediata, tras 16 años sin ajustes significativos. Silva no rehúye el problema, pero señala la dificultad presupuestaria de una subida que supondría 11 millones de euros adicionales anuales. «Los recursos no son infinitos», enfatiza, aludiendo a las prioridades ya incluidas en el presupuesto de 2025, como la incorporación de 128 docentes y mejoras para mayores de 55 años.
Además, no deja de recordar un dato que, según un estudio reciente de UGT, posiciona a los docentes cántabros entre los mejor remunerados del país, con sueldos brutos mensuales de 2.580 euros para maestros y 2.898 euros para profesores de secundaria. Sin embargo, reconoce que la inflación afecta a todos los colectivos, no solo al docente. «Bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil y muchos más sufren de igual manera», apunta.
El consejero lamenta las acusaciones de «guerra» e «insultos» dirigidas al Gobierno. Defiende que han actuado con transparencia y voluntad negociadora, proponiendo abordar estas demandas en 2025, vinculadas a futuros presupuestos. «Hemos venido a ayudar, no a enfrentar», declara.
Silva concluye con un llamado a la reflexión. Subraya el valor del sistema educativo cántabro y el esfuerzo de miles de docentes que trabajan diariamente para mantenerlo a la cabeza del país. «Decir la verdad y respetar la ley son nuestras guías. Con diálogo y trabajo seguiremos avanzando», asegura, convencido de que la solución llegará por la vía del entendimiento, no de la confrontación.