El proceso ordinario de solicitud de plaza en estudios de Formación Profesional en Cantabria, que arrancó el pasado 1 de julio y ha concluido el día 11, se ha cerrado con un total de 6.544 de solicitudes en régimen presencial y 505 en modalidad parcial, lo que supone un récord en el número de alumnos/as que este curso han solicitado plaza en los estudios de Formación Profesional (FP).
El consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, ha destacado los buenos datos de este primer periodo de escolarización que son «un claro reflejo del atractivo y el gran momento de forma que presenta la Formación Profesional en Cantabria».
Este buen momento que vive la FP se refleja también en el proceso de admisión de los ciclos formativos a distancia, en los que se ha registrado un incremento notable de las solicitudes. En este caso, el proceso ha comenzado el día 15 de julio y continuará hasta 31 de julio.
En paralelo a la fase de escolarización, el consejero Sergio Silva ha convocado reuniones con la Comisión permanente de directores de los centros de secundaria que ofertan este tipo de enseñanzas en la red pública y concertada; con la Junta de Personal Docente y con la Mesa de las Familias, para monitorizar «cómo están viviendo los cambios que supone la adaptación a la nueva Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional».
Esta ronda de contactos ha terminado hoy mismo con un encuentro con los directores de los centros privados de Formación Profesional de Cantabria.
Silva, que ha estado acompañado por la directora general de Formación Profesional, Cristina Montes, ha transmitido la «total y absoluta tranquilidad», con respecto a los estudios de FP, después de las «inoportunas declaraciones» por parte de la oposición al Gobierno, de hace unas semanas, «que podrían haber generado cierta alarma entre los centros educativos y familias de Cantabria».
El consejero ha indicado que se trata de una nueva legislación, que supone grandes cambios en la estructura de la Formación Profesional, con la cual la Consejería está trabajando desde el inicio de la actual legislatura, junto al Ministerio, las comunidades autónomas y, sobre todo, con los centros y docentes de toda Cantabria.
Ha explicado que «el modelo cántabro pasa por respetar ese marco legal y aplicarlo con inteligencia, en un escenario que nos permita trabajar de acuerdo a modelos, que pilotaremos e implementaremos». Ha añadido que «si creemos que esta es la mejor forma de establecer cualquier programa educativo, con más razón cuando estamos hablando de complejos cambios estructurales».
Por su parte, Cristina Montes ha hecho referencia a la necesidad de contar con la adecuada seguridad jurídica «que ampare los cambios de una normativa que afecta a todo el sistema educativo, con nuevos currículos de los ciclos formativos, nuevo diseño de la regulación en acreditación, en la evaluación y promoción, en la formación en empresas, etc.».
A este respecto, ha puntualizado que los 34 títulos de Formación Profesionales que se han actualizado, hasta el momento, para adecuarse a la legislación vigente, han supuesto más de cuatro meses de trabajo. «Los planes de estudio deben hacerse con los profesores y con los centros educativos».
Desde la Consejería insiste en que «es un cambio total de sistema de las enseñanzas de Formación Profesional basado en una nueva Ley Orgánica y no es únicamente una actualización de títulos».
En las cuatro reuniones que ha mantenido el consejero Sergio Silva con los directores y los representantes del profesorado, ha insistido en que Cantabria contará con un modelo transitorio, que cumplirá con todos los módulos conforme al RD 659 en el curso 24/25 y 25/26, sin renunciar a la hoja de ruta prevista y «todo esto, tratando de que afecte lo menos posible a los centros y a los claustros».
El consejero también adelantó que, durante el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso, se volverá a convocar en una nueva reunión informativa a todos los directores de los centros que imparten enseñanzas de Formación Profesional.