Cantabria acumula en los tres primeros meses de este año un total de 1.477 accidentes laborales con baja en los centros de trabajo, lo que implica una disminución de algo más de un 9% (-148) en comparación al mismo período de 2023 gracias exclusivamente a los siniestros leves, ya que los graves y mortales se duplican, según aclara UGT-Salud Laboral.
El sindicato matiza al respecto que las estadísticas facilitadas hoy por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST) reafirman una tendencia creciente de la accidentalidad laboral más grave y una reducción de la menos grave a medida que se ha ido reduciendo los accidentes leves con baja por el Covid vinculados al sector socio sanitario; que en 2022 superaban el millar por estas fechas (1.012), en 2023 se redujeron a 222 y este año a poco más de un centenar (106).
Por el contrario, en los tres primeros meses de 2024 Cantabria acumula ya 15 accidentes graves, más del doble que los 6 del año pasado en las mismas fechas; y otros cuatro mortales (uno en la construcción en enero y otros tres en los servicios), el doble que los 2 de 2023 en el mismo período.
UGT-Salud Laboral recalca que los 15 accidentes graves mencionados es la mayor cifra registrada desde 2014 y los 4 mortales la mayor desde 2020.
A todos estos accidentes laborales en el centro de trabajo se unen otros 192 In Itinere o en el desplazamiento a o desde el centro de trabajo, un 15% menos que los 226 de 2023, aunque también con el doble de accidentes graves (2 por 1 del año pasado) y tras no registrarse mortales ni este año ni el pasado.
Sin motivos para las celebraciones
Según comenta el responsable regional de UGT-Salud Laboral, Marcos Flores, “es innegable que en vísperas de conmemorar el Día Internacional de la Salud Laboral no hay motivos para celebraciones sino más bien para la preocupación y siempre teniendo en cuenta que más que de cifras hablamos de personas y de su salud”.
Flores agregó que “desde 2012 y la recuperación económica de la crisis económica de años antes no hemos podido cambiar una tendencia alcista de la siniestralidad laboral y especialmente de la grave y mortal, lo que está directamente asociado a una relajación inaceptable en la prevención de riesgos laborales y a una falta de cumplimiento de la normativa legal.