El Ayuntamiento de Santander implantará antes de que finalice el año la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una medida obligatoria para las ciudades de más de 50.000 habitantes según la Ley de Cambio Climático. Así lo ha anunciado este lunes la alcaldesa, Gema Igual, en una comparecencia junto al concejal de Movilidad Sostenible, Agustín Navarro.
La ZBE abarcará una superficie de unos 200.000 metros cuadrados —el 0,6% del total del municipio— en el área del Ensanche, con un perímetro aproximado de 2,5 kilómetros, donde residen unas 5.900 personas. En este espacio se limitará el acceso de lunes a viernes, entre las 08:00 y las 19:00 horas, a los vehículos que no cuenten con distintivo ambiental (etiqueta A), es decir, turismos diésel matriculados antes de 2006 y gasolina anteriores a 2001.
La alcaldesa ha aclarado que esta iniciativa “no será drástica ni complicará el día a día de los santanderinos”, y ha insistido en que, aunque Santander no registra niveles preocupantes de contaminación de forma habitual, el cumplimiento de la normativa estatal es imprescindible para mantener las ayudas públicas en transporte y movilidad sostenible.
Entre las excepciones previstas, la medida no afectará a residentes, personas trabajadoras en la zona, propietarios de garajes (que podrán obtener dos permisos), personas con movilidad reducida, motocicletas, taxis, vehículos de reparto o aquellos que utilicen los aparcamientos públicos del área. Tampoco tendrán restricciones los vehículos con distintivos 0, ECO, B o C.
El control de accesos se llevará a cabo mediante un sistema de videovigilancia compuesto por 11 cámaras de entrada y 11 de salida. El proyecto, que será revisado con una periodicidad anual o bianual, ha sido elaborado a partir de los datos recogidos entre septiembre de 2024 y mayo de 2025 por una red de sensores ambientales distribuidos por la ciudad (40 acústicos y 10 de calidad del aire).
El expediente ya ha sido publicado en la web municipal y estará en fase de información pública durante 30 días. Posteriormente, deberá pasar por la Junta de Gobierno Local, incorporarse a la ordenanza reguladora de la ZBE y someterse al trámite de alegaciones antes de su debate en Pleno, previsiblemente en julio. La entrada en vigor será en los últimos días de diciembre.
Por último, Igual ha avanzado que, además del Ensanche, los datos recogidos por los sensores también han revelado la necesidad de actuar en otras zonas como el entorno del Hospital Valdecilla, Castilla-Hermida y la calle Alta, donde se aplicarán otras medidas orientadas a reducir el impacto de la movilidad sobre el medio ambiente.