La Policía Local de Santander llevó a cabo el pasado fin de semana una nueva ronda de controles preventivos centrados en detectar la conducción bajo los efectos del alcohol y otras sustancias. Estas actuaciones se enmarcan dentro del plan de vigilancia específico con el que se busca reducir los riesgos en la circulación y evitar siniestros provocados por el consumo de sustancias.
Durante estos operativos, se realizaron un total de 18 pruebas de alcoholemia y detección de drogas. Nueve de los conductores sometidos a test dieron positivo por alcohol: ocho de ellos en niveles que constituyen infracción administrativa, y uno que superó el umbral penal, por lo que se instruyeron diligencias judiciales. Además, se detectó un positivo por consumo de cannabis (THC).
Desde el cuerpo policial se insiste en la importancia de este tipo de controles como herramienta clave para disuadir comportamientos de riesgo y garantizar una mayor seguridad en las vías públicas.