José Alberto López tardó en aparecer en la sala de prensa de Anduva. Lo hizo con gesto serio, tras hablar largo y tendido con sus jugadores en el vestuario. Lo que transmitió allí, también lo compartió después: “Es muy duro. No nos merecíamos cerrar una temporada como esta con tan mal sabor de boca”, reconoció. Aún con la eliminación reciente, el entrenador asturiano quiso poner en valor el camino recorrido: “Ha sido un año extraordinario. Hemos recuperado la ilusión de toda la gente del Racing: afición, plantilla, empleados, directiva… Todos”.
Visiblemente emocionado, José Alberto agradeció el compromiso del grupo y el aliento de la grada durante todo el curso. “A los jugadores les he dado las gracias por respetar siempre nuestras decisiones y por haberlo dado todo. Y a la afición, qué decir… Lo que hemos vivido juntos ha sido impresionante. Todavía se me eriza la piel al pensar en muchos de los momentos que hemos compartido”.
El técnico reconoció sin rodeos que el Mirandés fue “mejor” en la eliminatoria, especialmente en el partido de vuelta, y lamentó que su equipo no pudiera reaccionar cuando más lo necesitaba: “Nos vimos desbordados en apenas siete minutos. Los goles cayeron muy seguidos y no tuvimos margen para responder. El segundo tanto nos hizo mucho daño, y ellos a partir de ahí crecieron mucho”.
Pese al resultado final, el técnico defendió que el equipo compitió bien en la primera parte. “Estuvimos bastante sólidos y tuvimos opciones para habernos adelantado. Lo más frustrante es que el gol de ellos llegó justo en una jugada que habíamos preparado durante toda la semana”, explicó. “Pero tras el descanso se impusieron con claridad y hay que reconocer que han sido justos vencedores. Toca felicitarles”.
Sobre el balance global del curso, el entrenador fue claro: “En este deporte hay que aceptar lo que toca. Cuatro equipos han sido mejores y eso hay que asumirlo con humildad. Estuvimos líderes durante quince jornadas, pero la realidad es que hemos terminado quintos porque no nos dio para más”.
En su análisis, José Alberto también subrayó el gran punto débil del Racing: “Hemos sido un equipo al que le ha costado ser consistente defensivamente. Es un problema que arrastramos desde el año pasado. No solo es cosa de los defensas, sino del funcionamiento colectivo. En eso no hemos dado el paso adelante que necesitábamos”.
Con este partido, el técnico cierra su segunda temporada completa al frente del conjunto cántabro. Lo hace con la sensación amarga de no haber podido culminar el trabajo con una fase de ascenso, pero convencido de que el camino recorrido ha sido positivo. “Son días duros, pero esto sigue. No queda otra que levantarse y volver a intentarlo”, concluyó.