El 52,3% del profesorado de Cantabria ha secundado este miércoles la primera jornada de huelga convocada por los sindicatos del sector educativo, según los datos provisionales del STEC tras encuestar más de la mitad de los centros. La protesta, que continuará mañana con una manifestación en Santander, surge del fracaso de las negociaciones con la Consejería de Educación sobre las reivindicaciones salariales del colectivo docente.
El conflicto se agravó tras el último encuentro entre las partes, cuando el consejero de Educación, Sergio Silva, mantuvo su propuesta de un aumento salarial progresivo que alcanzaría los 150,23 euros mensuales en 2028, incluyendo complementos. Los sindicatos, por su parte, exigen una subida lineal inmediata de 240 euros al mes sin condiciones.
La polémica se ha intensificado por la decisión de la Consejería de establecer unos servicios mínimos que los sindicatos califican de «abusivos». Según los datos del STEC, el número de docentes obligados a trabajar durante la huelga ha pasado de 1.000 en la anterior convocatoria de abril a 1.700 en esta ocasión. La medida afecta especialmente a los profesores de 2º de Bachillerato, etapa para la que se exige el 100% de la plantilla debido a la proximidad de las pruebas EBAU.
Los sindicatos han recurrido el decreto que establece estos servicios mínimos, al considerar que se está utilizando al profesorado de Bachillerato para cubrir vacantes en otras etapas educativas. «Es una medida arbitraria que desvirtúa el derecho a la huelga», denuncian desde la Junta de Personal Docente.
Durante la jornada de hoy se han celebrado concentraciones en ocho localidades de la región: Castro Urdiales, Laredo, Santander, Reocín, Alceda, Torrelavega, Cabezón de la Sal y Potes. La protesta central tendrá lugar mañana jueves en Santander, con una manifestación que partirá a las 17.30 horas desde la Consejería de Educación en Río de la Pila hasta la plaza de Correos, haciendo una parada frente al Gobierno regional en Peña Herbosa.
Los sindicatos han cargado duramente contra el consejero Silva, acusándole de falta de voluntad negociadora. «Se levantó de la mesa sin mostrar disposición a avanzar», aseguran, al tiempo que reclaman la intervención directa de la presidenta autonómica, María José Sáenz de Buruaga, en las negociaciones.
Más allá de las reivindicaciones salariales, los representantes del profesorado denuncian el estancamiento en otras cuestiones clave como la reducción de ratios, el cierre de unidades públicas o la falta de docentes en zonas rurales, aspectos que formaban parte del programa electoral del actual Gobierno regional.
«Esta huelga no es solo por nuestros salarios, es por el futuro de la educación pública en Cantabria», han subrayado desde el STEC, haciendo un llamamiento a la participación en las movilizaciones tanto de la comunidad educativa como de la ciudadanía en general.
El seguimiento de la huelga, según el cálculo sindical que excluye a los docentes con bajas o permisos, contrasta con los datos oficiales que se conocerán en las próximas horas. Mientras tanto, el conflicto sigue abierto con 1.700 docentes obligados a trabajar bajo el decreto recurrido, en una jornada que marca el pulso de la negociación colectiva en la educación cántabra.