Miguel Ángel Revilla ha arremetido este miércoles contra el rey emérito tras conocer la demanda que este ha interpuesto contra él por presuntas injurias. “Es injusto y mezquino que un inviolable demande a un ciudadano de a pie”, ha afirmado el líder del PRC en una rueda de prensa convocada en la sede del partido, en la que ha expresado su “rabia” por lo que considera una maniobra para acallar críticas. “Solo se me ocurre que quiera atajar otras voces y dar un escarmiento presentando una demanda contra un hombre popular”, ha añadido.
El lunes, la representación legal de Juan Carlos I anunció acciones judiciales contra Revilla por unas declaraciones realizadas entre mayo de 2022 y enero de 2025 en las que, a su juicio, se atentaba contra su honor. La demanda solicita un acto de conciliación y reclama al político cántabro una indemnización de 50.000 euros por “daños morales”, considerando que sus manifestaciones han sido “injuriosas, difamantes y oprobiosas”.
Lejos de retractarse, el exmandatario cántabro ha defendido su trayectoria y su derecho a opinar sobre asuntos públicos. “Siempre me he rebelado contra las injusticias y los privilegios, y esto es un claro ejemplo de ello”, ha señalado, recordando que no goza de aforamiento y que acudirá a los tribunales “como un ciudadano más, con abogado de turno de oficio si hace falta”. Además, ha insistido en que siempre ha sido “durísimo con la corrupción” y se ha preguntado por qué el emérito ha decidido querellarse contra él en concreto: “¿Por qué yo? Soy un tío normal, corriente, conocido, eso sí”, ha manifestado.
Revilla ha confirmado que su defensa correrá a cargo de José María Fuster Fabra, abogado y militante del PRC, y ha desvelado que conoció la noticia de la demanda mientras participaba en Vitoria en el rodaje de una película de Antonio Resines. “Me dijo que le gustaría que hiciera de juez y ahí estaba, vestido de juez, cuando mi mujer me hizo una seña para que parara el rodaje porque había una noticia importante. Me cayó de golpe”, ha relatado.
Desde la Casa Real han querido desmarcarse de la decisión del rey emérito, asegurando que se trata de una “iniciativa personal” de Juan Carlos I a través de sus abogados privados, sin consulta previa con la institución. Mientras tanto, Revilla se mantiene firme en su postura y asegura que “ni el dinero ni el miedo” van a hacerle callar.