Este miércoles 5 de febrero, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzgará a un hombre acusado de agresión sexual a una mujer en una residencia donde ambos estaban ingresados.
Según el escrito de acusación de la fiscalía, los hechos ocurrieron cuando el acusado se encontraba en el aseo de la residencia fumando un cigarro junto a dos compañeras. Cuando una de ellas se marchó, el procesado, “movido por una evidente intención de satisfacción sexual”, ofreció un cigarrillo a la otra mujer y, acto seguido, la sujetó con fuerza de la barbilla para darle un beso en la boca, a lo que ella se negó.
El ministerio fiscal detalla que el acusado le realizó tocamientos en el pecho, la sujetó por la cintura y le introdujo los dedos en la vagina tras meter la mano por debajo del pantalón. La mujer consiguió zafarse y, cuando intentaba salir del baño, el agresor la sujetó del cuello. A pesar de la violencia ejercida, la víctima logró gritar, lo que hizo que varios residentes acudieran en su ayuda. Ante ellos, el acusado reconoció lo sucedido, según sostiene la fiscalía.
El procesado padece síndrome de dependencia a múltiples drogas y psicotrópicos, trastorno del humor y deterioro cognitivo, lo que, según el informe pericial, afecta su capacidad volitiva en un grado de moderado a importante, aunque no su capacidad intelectiva.
La fiscalía considera que los hechos constituyen un delito de agresión sexual y solicita una pena de cinco años de prisión, además de cinco años de inhabilitación para trabajar con menores y cinco años de libertad vigilada. En cuanto a la responsabilidad civil, pide que el acusado indemnice a la víctima con 3.000 euros por los daños morales causados.