La circulación de virus respiratorios comienza a remitir, según los datos de Salud Pública, que reflejan una menor incidencia de la gripe esta temporada. La tasa de contagios alcanzó su pico máximo en la segunda semana de enero con 132 casos por cada 100.000 habitantes, prácticamente la mitad de los registrados el año anterior.
Sin embargo, la gripe no ha sido el único virus en escena. Un amplio abanico de patógenos ha provocado numerosos cuadros de infección respiratoria, lo que ha derivado en 1.557 hospitalizaciones y al menos 53 fallecimientos hasta la fecha. Así lo detallan fuentes sanitarias en un balance provisional de la temporada.
A pesar del descenso en los casos de gripe, la convivencia de distintos virus ha mantenido la presión sobre el sistema sanitario, con ingresos motivados por complicaciones respiratorias derivadas de otras infecciones en circulación.