El Partido Popular de Cantabria ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento regional para celebrar el 50 aniversario de la Constitución Española de 1978, calificándola como “uno de los mayores logros colectivos” de la sociedad española. Esta propuesta surge como respuesta a la iniciativa del PSC-PSOE que plantea la programación de actos en la comunidad autónoma para conmemorar los 50 años de la muerte de Francisco Franco.
El diputado regional y senador autonómico del PP, Íñigo Fernández, ha confirmado que su partido no apoyará la propuesta socialista, argumentando que “es preferible celebrar lo que une a la sociedad en lugar de exaltar lo que divide”. Según Fernández, la Constitución simboliza el consenso, la reconciliación y el entendimiento que marcaron la Transición democrática, y asegura que es más constructivo homenajear este hito histórico que “reabrir heridas del pasado”.
“El Partido Socialista y su secretario general, Pablo Zuloaga, parece que no tienen otra cosa que ofrecer que la división, reabriendo enfrentamientos y levantando muros en la sociedad”, criticó el senador autonómico. Fernández también acusó al PSOE de haberse distanciado de la Constitución, a pesar de su papel protagonista en su elaboración, como “un peaje político hacia sus socios de extrema izquierda”.
El PP considera que el Gobierno de Cantabria debería priorizar actos que celebren los grandes consensos sociales alcanzados durante la Transición y, por ello, ha instado a la creación de un comité organizador. Este comité, en colaboración con instituciones como el Parlamento de Cantabria, la Delegación del Gobierno y la Federación de Municipios de Cantabria, sería el encargado de diseñar y preparar actividades conmemorativas con la debida antelación.
En su exposición de motivos, el PP subraya la importancia de la Constitución de 1978 como eje del sistema democrático español. Destacan que esta consolidó la separación de poderes, fortaleció las libertades ciudadanas y facilitó el autogobierno de regiones como Cantabria, que aprobó su Estatuto de Autonomía en 1981. Además, recuerdan que la carta magna resolvió los conflictos del pasado a través del acuerdo y la reconciliación, homologando a España con las democracias europeas.
“Quienes buscan revivir enfrentamientos del pasado olvidan que la Constitución y la Transición democrática ya cerraron esas heridas a través del entendimiento y el reencuentro”, concluyó Fernández, insistiendo en que es momento de centrarse en lo que une a los españoles, no en lo que los separa.