La esperanza es lo último que se pierde. Así lo siente la familia de Marta del Castillo, que, a pesar de los 16 años transcurridos desde su desaparición y asesinato, sigue luchando por obtener respuestas. El 24 de enero de 2009 marcó un antes y un después para ellos, un día en el que su vida se convirtió en una búsqueda incesante por conocer la verdad sobre lo ocurrido en el piso de la calle León XIII de Sevilla, donde la joven de 17 años fue asesinada.
Antonio del Castillo, padre de Marta, nunca ha cejado en su empeño por descubrir el paradero de su hija, a pesar de los obstáculos legales y los cambios en la versión de los hechos proporcionados por Miguel Carcaño, el asesino condenado. Desde la detención de Carcaño en febrero de 2009, la familia ha atravesado múltiples batallas judiciales, búsquedas infructuosas y análisis periciales que no han dado los resultados esperados.
A pesar de ello, Antonio no ha perdido la esperanza. “El asesino de Marta quedará libre en mayo de 2030”, recordó esta semana, haciendo referencia a la condena de Carcaño, mientras él sigue luchando en los tribunales por esclarecer todos los detalles del crimen. Recientemente, un informe elaborado por Lazarus Technology, basado en los datos del móvil de Carcaño, ha aportado nuevos elementos sobre los movimientos del terminal el día del asesinato, pero los expertos consideran que el informe no ofrece conclusiones definitivas debido a la amplitud de la zona de análisis en Sevilla.
Miguel Carcaño ha ofrecido hasta siete versiones diferentes sobre el crimen. En sus declaraciones, ha implicado a varias personas, entre ellas su hermanastro Francisco Javier Delgado, quien, aunque fue absuelto de la acusación, sigue siendo considerado sospechoso por la familia de Marta. Sin embargo, todas las versiones de Carcaño coinciden en un punto: él fue quien asesinó a Marta. El proceso judicial concluyó con su condena por asesinato sin encontrar el cuerpo, un caso de condena basada en pruebas indiciarias y confesiones.
La familia de Marta del Castillo sigue buscando justicia y no pierde la esperanza de que algún día se descubra la ubicación del cuerpo de la joven, aunque muchos consideran que el caso, en términos judiciales, está cerrado. La batalla por la verdad continúa, mientras Antonio del Castillo, su padre, espera la oportunidad de que se haga justicia de una vez por todas.