El Bathco BM Torrelavega vuelve a la acción después de más de un mes sin partidos en el Vicente Trueba. El equipo naranja se embarca en un torneo de exhibición en la localidad francesa de Châtellerault, programado para los días 19 y 20 de enero. Este evento se presenta como un primer compromiso en la pretemporada invernal y una oportunidad para una toma de contacto internacional.
La ciudad de Châtellerault, situada en la región de Nueva Aquitania, acogerá a cinco equipos de alto nivel en una celebración del balonmano que promete ser una experiencia enriquecedora y cultural. El Bathco BM Torrelavega se enfrentará a dos equipos franceses, el US Creteil HB y el SCO Angers, en partidos programados a las 19:00 en ambas jornadas.
El encuentro con el US Creteil HB se presenta como el plato fuerte del fin de semana. Este equipo, originario de Isla de Francia, compite en la Starligue, la máxima categoría del balonmano francés. Actualmente, se encuentra en la decimocuarta posición de la clasificación, justo por encima de los puestos de descenso.
Por su parte, el SCO Angers compite en la Proligue, el segundo escalafón del balonmano galo. Ocupa la decimotercera posición en la clasificación, empatado con el noveno clasificado con 10 puntos. Ambos equipos franceses ofrecerán al Bathco BM Torrelavega una competencia de calidad en este torneo de exhibición.
El equipo dirigido por Álex Mozas afronta este evento sin la presencia de Mikolaj Czaplinski y Mile Mijuskovic, quienes participan en el Europeo de Alemania junto al preparador físico Nacho Torrscusa. Además, Marko Jurkovic está lesionado. En su lugar, los jugadores de 1ª Nacional Fer González, Miguel de Cos y Abraham González tendrán la oportunidad de formar parte de la plantilla en este torneo internacional.
Este torneo no solo sirve como una fase de preparación para el próximo partido oficial del Bathco BM Torrelavega el 2 de febrero, sino que también representa una oportunidad valiosa para fortalecer la cohesión del equipo y medir su rendimiento frente a conjuntos extranjeros de alto nivel.
fotografía: Luis Palomeque