El Gobierno de Cantabria ha optado por seguir la directriz del Ministerio de Sanidad respecto a la necesidad imperativa de utilizar mascarillas en hospitales y centros de salud, convirtiéndolas en requisito esencial a partir de esta noche. La notificación de esta orden, recibida por el departamento a cargo de César Pascual a las 19:14 horas, entra en vigor de inmediato y permanecerá en vigencia al menos hasta el próximo martes. En esta fecha, Cantabria evaluará sus datos de incidencia acumulada y, si se confirma la tendencia descendente mantenida desde la semana pasada, el uso de mascarillas podría pasar a ser una recomendación, conforme a la resolución ministerial que permite flexibilizar esta obligatoriedad tras dos semanas consecutivas de disminución en la incidencia.
El Ejecutivo cántabro, aunque acata la decisión del Gobierno central, expone su desacuerdo, subrayando la falta de respaldo técnico por parte de la Ponencia de Alertas y la de Vigilancia. Tras una reunión conjunta de más de tres horas, los expertos de estas entidades no han respaldado la medida. César Pascual lamenta la ruptura del consenso institucional, criticando la naturaleza unilateral e impositiva de la decisión ministerial, que considera carente de base técnica y consenso con los consejeros.
Pascual argumenta que esta resolución plantea interrogantes sobre su legalidad y representa un ataque injustificado a las competencias autonómicas. Sugiere que, con un enfoque dialogante en lugar de impositivo, se habría logrado consenso con las comunidades autónomas, evitando así una situación que rompe los principios de respeto y lealtad institucional entre las administraciones. La resolución ministerial enviada a Cantabria abre la posibilidad de cambiar de obligatoriedad a recomendación en caso de dos semanas consecutivas de descenso en la incidencia acumulada, según los informes de la Red de Vigilancia al Ministerio de Sanidad. Cantabria revisará estos datos el próximo martes, considerando levantar la obligatoriedad si se confirma la disminución sostenida en las cifras de incidencia.