El Gobierno de Cantabria evaluará hoy la posible implementación del uso obligatorio de mascarillas en hospitales, centros de salud y residencias de ancianos. Esta medida ha sido sugerida por el Ministerio de Sanidad debido al notable aumento de virus respiratorios en todo el país, como la gripe, gripe A y coronavirus. La decisión final dependerá de las discusiones y acuerdos que surjan durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud programado para esta mañana, al que han sido convocadas todas las comunidades autónomas.
A diferencia de otras regiones, como Galicia que fue pionera en esta decisión, seguida por Cataluña, y más recientemente, Valencia, Cantabria ha optado durante las festividades navideñas por emitir un llamamiento a la prudencia entre los ciudadanos. Se ha recomendado el uso de mascarillas para aquellas personas con síntomas catarrales o gripales, así como el lavado frecuente de manos. Esta medida se toma ante el aumento de infecciones respiratorias, que ha llevado a una saturación de los hospitales en la comunidad.
Lo que si ha realizado el consejero de Salud del Gobierno de Cantabria, César Pascual, es expresar su descontento con la ministra de Sanidad, Mónica García, a quien acusa de llegar tarde y generar alarma excesiva al convocar una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Según la Consejería de Salud cántabra, la ministra ha reaparecido tras unas vacaciones sin haber contactado con ningún consejero de salud autonómico para informarse sobre la evolución de la situación en las diferentes comunidades.